El Tribunal Supremo rebaja dos años y medio la condena al cacereño que fue investigado por el FBI y la Europol por distribuir pornografía infantil. La Audiencia Provincial de Cáceres le condenó a siete años de prisión y el Alto Tribunal le rebaja la pena a cuatro años y medio por haber colaborado con la justicia para evitar más víctimas.

Los hechos se descubrieron a raíz de una investigación llevada a cabo por el FBI y coordinada por la Europol sobre redes anónimas dedicadas a la producción y distribución de este material a través de portales de internet. En el seno de dicha investigación se detectó que este cacereño, al menos entre 2011 y 2014 y escondido bajo un seudónimo, accedía de forma regular a páginas webs en las que se distribuía pornografía infantil, llegando incluso a alcanzar cargos de responsabilidad en algunas de ellas.

Participó en portales que contenían vídeos pedófilos caseros, foros sobre incesto y pedofilia o imágenes violentas. En algunos de ellos, para poder acceder, tenía que aportar material pedófilo de la misma categoría que el que se difundía en la web. Cuando se intervino su equipo se descubrieron tres millones de archivos con imágenes desde bebés y de otros menores de hasta 17 años.