La Audiencia Provincial ha declarado culpables de un delito de lesiones deformantes a dos hermanos de Coria que el pasado día 2 fueron juzgados en Cáceres por disparar a un convecino cuando jugaba al parchís en un bar de su localidad. Como autores de dicho delito, ha impuesto a cada uno de ellos una condena de cuatro años de prisión.

A Agustín y Mariano Martín Flores, de 24 y 28 años respectivamente, se les imputaba en principio un delito de homicidio en grado de tentativa, pero el tribunal que les juzgó ha considerado no probada la intención de matar de los acusados, aunque sí el de lesiones con deformidad --por el disparo su víctima, otro joven también de Coria, sufrió una pérdida de masa muscular en la pierna izquierda--.

Han pasado casi 5 años desde que Agustín Martín, que no había cumplido aún los 19 años, hizo el disparo que les ha llevado a él y a su hermano ante la justicia. Cinco años después porque tras el hecho ambos estuvieron huidos de la justicia durante cuatro años, hasta que el 6 de febrero del 2006 fueron detenidos en Salamanca y se decretó su ingreso en prisión provisional, donde han permanecido desde entonces y seguirán al haber sido condenados.

LOS HECHOS Eran aproximadamente las 16.40 horas del 8 de abril del 2002 cuando Agustín Martín, "portando una escopeta de caza, cargada, desenfundada y colocada ya en disposición de disparar", seguido de su hermano, entró en el bar Desmarque, en la calle Guijo de Coria, donde Héctor Ballesteros, con el que unos días antes habían tenido otro incidente, jugaba al parchís.

Héctor Ballesteros, recoge la sentencia como probado, estaba sentado en una mesa próxima a la puerta de acceso al patio del bar desde la que Agustín Martín "apuntó hacia abajo y, con la intención de menoscabar sui integridad física, efectuó un solo disparo contra Héctor, cuando éste se volvía en su silla para intentar levantarse, que le alcanzó en el tercio inferior de su pierna derecha. A continuación, los hermanos abandonaron en local".