Un ajuste de cuentas podría estar detrás del caso de los restos humanos hallados en el río Almonte. Esa es la explicación que inicialmente encuentran los investigadores del caso al hecho de que las manos hayan aparecido sin varios de sus dedos. Una práctica habitual en los ajustes de cuentas entre delincuentes para impedir la identificación del cadáver si tiene ficha policial, según informaron fuentes cercanas a la investigación.

Mientras los equipos subacuáticos de la Guardia Civil siguen peinando sin mucha esperanza el cauce del río en busca de las partes del cuerpo que faltan --solo se han localizado dos antebrazos, la columna y la pelvis--, los forenses se afanan en analizar los restos para intentar esclarecer el extraño hallazgo. Por la envergadura de los brazos, se cree que pueden ser un hombre de raza blanca. Se calcula que llevaban en el río de 5 días a una semana.

El subdelegado del Gobierno, Fernando Solís, confirmó ayer que ya se habían remitido a Madrid restos biológicos para someterlos a las pruebas de ADN y que no habían aparecido en el río ningún vestigio más del cadáver.

El primero se descubrió el domingo. Un pescador se encontró un antebrazo flotando junto a la orilla cercana al puente de la N-630, en el término de Garrovillas. La Guardia Civil descubrió después los otros y sigue rastreando la zona, aunque "no hay garantías" de que se encuentre algo más, explicó Solís.

El subdelegado informó que en la provincia no constan denuncias de desaparecidos, aunque se están investigando casos de personas que se han echado en falta en su entorno en los últimos 15 días.