Hay gente que no se entera de por dónde va la cosa. Y además son osados. No hace mucho tiempo leímos un escrito del Grupo Municipal Popular en el que, para no desentonar con la tradición, se autoensalzaban hasta producir vergüenza ajena. Todo lo habían hecho maravillosamente bien. Por eso han perdido concejales. Pues ahora sale un equipo de investigación y realiza un trabajo sobre el estado de la cultura en Cáceres que los deja mal parados. Encima resulta que se lo ha encargado el ayuntamiento. Qué poco futuro tenéis los de Culturacivitas.

Aseguran que se fomenta la cultura tradicional. ¿Pero qué pensaban? ¿Acaso no estamos hablando de los cacereños de toda la vida? Pues ya se sabe, la patrona, Caleros y las roscas de san Blas. Y no es que tengamos la obligación de renegar de las tradiciones. Tienen su lugar e importancia, pero no pueden ser un motivo para impedir otras manifestaciones culturales más acordes con los tiempos. Claro que para eso se necesita imaginación y presupuesto. Cosas desconocidas en el ayuntamiento hasta ahora. Esperemos que Cristina Leirachá, la nueva concejala, tenga ambos. Y que comprenda que nuestra situación no nos permite estar en manos de gestores culturales de tres al cuarto. Si queremos salir de los últimos lugares de todas las relaciones es necesario que en los puestos de responsabilidad estén los mejores. A ver si ya no se necesita tener el carnet del partido correspondiente en la boca. Podía empezar por los conciertos de los Gorriatos en Cánovas (a mi amigo Pedro, el director de la banda, no le gusta que les llamen los ´Gurriatos´, pero para mí es un término entrañable).