Cáceres celebra ya los 25 años de su mejor tesoro: la declaración de su casco histórico como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986. La fiesta de cumpleaños, que se prolongará hasta finales de este mes con un amplio programa de actos, comenzó anoche oficialmente con una gala en el auditorio del complejo cultural San Francisco que sirvió para reivindicar la importancia del título y plantear el reto de aprovecharlo aún más como motor económico en tiempos de crisis.

Al menos en esa dirección coincidieron los máximos responsables de las tres instituciones --ayuntamiento, Junta y diputación-- que intervinieron en el acto. El presidente extremeño José Antonio Monago abogó por "potenciar" el turismo como herramienta para generar riqueza y dejó clara su idea de que "ser patrimonio mundial es algo más que tener un título". Aunque no concretó ninguna iniciativa, Monago dijo que su gobierno "está trabajando" para que el turismo "ocupe un lugar preferente" y apuntó que este aniversario "debe ser un aliciente para el desarrollo de la ciudad".

La alcaldesa Elena Nevado sí anunció la elaboración de "un plan estratégico de ciudad basado en la excelencia, que impregne al turismo, el comercio, las infraestructuras o la tecnología" y subrayó que "el patrimonio es una fuente de oportunidades", además de "historia o belleza". Nevado, que recordó que hace 25 años Cáceres solo contaba con 540 plazas hoteleras por las casi 3.700 actuales, hizo hincapié en que el Consorcio de la Ciudad Monumental "se convertirá en una magnífica y eficaz herramienta".

Por su parte, Laureano León, presidente de la diputación cacereña, se comprometió a trabajar "para aprobar definitivamente la asignatura de la revitalización" del casco antiguo y apuntó que el reto pendiente "es conseguir que los cacereños vivan la parte antigua las 24 horas".

Conducida con ingenio y maestría por el actor cacereño Alberto Amarilla y ante un recinto casi al completo, al pregón del aniversario le puso voz y firma el escritor Jesús Sánchez Adalid, que recordó que el título de la Unesco coincidió con el año en que terminó Derecho en la facultad del palacio de la Generala, donde también estudió León.

OTROS TIEMPOS Intenso y con la memoria viva de "los enriquecedores y apasionados años 80", el autor fue desgranando con emoción su vuelta a Cáceres años después e hizo un repaso histórico desde los orígenes de la ciudad en el siglo I a. C. cuando los romanos se asentaron en los campamentos hasta la llegada de Isabel la Católica.

Fiel a su oficio de escritor de novela histórica, el autor nacido en Villanueva de la Serena trazó la figura de personajes ilustres que vivieron aquellos tiempos. Entre todos, se detuvo en Alvaro de Sande, virrey de Milán. También en el capitán Jerónimo de Sande, sobrino suyo, que reclutó a los nobles que murieron en la guerra de los Gelves.