Una auténtica embajadora de Cáceres en Portsmouth NH (USA), dónde lleva viviendo la mitad de su vida, aunque continúa muy ligada a su ciudad. Persona muy conocida y querida, positiva, apasionada, inquieta, atrevida, aventurera, divertida, entrañable y nostálgica. Muy ligada a su familia y amigos. Me ha encantado entrevistarla y comprobar que desde la distancia también se pueden hacer cosas por nuestra ciudad.

--¿Dónde nace Curra?

--En el número 4 de la Avenida Virgen de la Montaña, en Cáceres. Soy la cuarta de tres hermanas y un hermano. Hija de Ricardo Durán y Lola Vilches.

--¿Un rincón de su ciudad?

--Cuando se vive tan lejos, añoras tú ciudad y es difícil elegir sólo uno. Destaco cualquier rincón de la Parte Antigua y el Parque del Príncipe, y aunque puede parecer curioso, no puedo restarle importancia a un lugar que recuerdo con cariño y marcó mi infancia: El Club de Tenis.

--¿Un lugar donde desconectar?

--Siempre me ha gustado el contacto con la naturaleza. Los Barruecos es un lugar mágico.

--¿Qué se echa de menos desde New Hampshire?

--Lo que más, mi familia y amigos. Echo de menos las comidas con ellos, los paseos, las visitas en casa, las buenas risas- Pero en general el estilo de vida es mucho más relajado y tranquilo en España, no cabe la menor duda. Cuando estoy en Cáceres, los días dan más de sí.

--¿Cómo nace Ilcex?

--Ilcex nace con Cynthia Chacón, profesora de inglés del colegio San Antonio y muy querida amiga desde la infancia. Ahora se cumplen 25 años desde que ambas tuvimos la oportunidad de convivir con una familia americana y palpar la cultura anglosajona de primera mano. Esta experiencia tan interesante nos animó a diseñar un programa exclusivo entre Cáceres y la costa este de EEUU. Comenzamos con los intercambios entre institutos, ofreciendo a los adolescentes cacereños esta magnífica oportunidad. Al ser un intercambio, el coste del programa es bastante asequible, lo cual es fundamental para que accedan el mayor número de familias.

--¿Cómo ha acogido la ciudad de Cáceres el programa?

--El programa lleva ya 8 años y la acogida ha sido fantástica. Es una maravilla ver cómo se involucran las familias y cómo, en un periodo de tiempo tan corto, los chicos entablan una amistad que puede llegar a durar toda la vida. La experiencia es tan positiva, que hace 5 años los padres empezaron a demandar nuevos programas que ocupan el periodo estival.

--¿Un programa de verano?

--Si, el programa de verano no es recíproco, es decir, no hay una visita posterior de los compañeros americanos y no se hace a través de los colegios. Busca una inmersión total en la cultura anglosajona ya que tiene una duración superior que el programa de intercambio, abarcando un mes completo. Durante estas cuatro semanas, el adolescente cacereño entra a formar parte de la familia americana seleccionada previamente por Ilcex según el perfil de cada participante y de total confianza. Se trata de una experiencia inolvidable.

--¿Cómo aceptan los estudiantes la experiencia?

--Es una convivencia tan intensa y los adolescentes se involucran tanto en la cultura adoptiva, que hace que las despedidas sean difíciles. Cambia la percepción de la vida de los niños, les abre los ojos, la mente y amplía sus horizontes. Es una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel personal, como por el acercamiento a otras culturas y el aprendizaje de otro idioma, hoy en día muy útil a nivel laboral. Y ni qué decir tiene la amistad que se desarrolla de por vida.

--¿Qué impresión se lleva el adolescente americano de esta ciudad?

--Les fascina la vida familiar, el poder compartir las comidas, la siesta, la libertad de poder salir con los amigos, pasear y que los días sean más largos. Aprecian mucho el casco histórico y la historia de esta ciudad, el que todo esté tan a mano y que no se necesite el coche para casi nada, teniendo en cuenta que allí se necesita para casi todo y desde los dieciséis años conducen.