Tranquilo y confiado en que la corrida de mañana en la plaza de Hervás será un trampolín, Dani Morales se enfrenta al reto que lleva años esperando.

--Está ante la cita más importante de su vida...

--No solo para mí sino también para la fiesta en general. Es una corrida importante, de los Urcola de Victorino. Es un cartel bonito y una plaza con mucho ambiente turístico. La expectación que se ha levantado ha sido tremenda. Va a ser el mejor cartel en la provincia de toda la temporada.

--¿Imaginó que algún día llegara este momento?

--Pensaba que la cosa no era tan complicada, pero tenían razón cuando me lo dijeron en la escuela taurina que era la profesión más difícil. Llevo toreando desde los 14 años y hasta que no me he graduado en tauromaquia han pasado muchos años. Es una carrera larga, de fondo, que cuesta mucho dinero y sacrificio. La única manera de ganarte las cosas y de conseguir llegar a los sitios es demostrarlo en el ruedo.

--Le dará la alternativa Emilio de Justo...

--Somos compañeros. Hemos ido al campo juntos. Me hace mucha ilusión que me la dé él.

--¿Cómo se imagina la tarde?

--No me he imaginado nada. Me he probado en el campo con toros de diferentes encastes. Voy muy tranquilo porque creo que voy preparado. De hecho, antiguamente los toreros toreaban mucho tiempo de novilleros, como Luis Alviz o Sánchez Cáceres. Solo cuando estaban bien preparados eran matadores de toros. Llevo las ideas claras, pero es una corrida de toros y no sabes cómo puede salir. No tengo nada que perder y saldré a darlo todo.

--¿Quién le ha ayudado más?

--El aficionado ha sido mi fuente de alimentación. Sin duda alguna hay muchos ganaderos que sin ellos no podía haber adquirido la técnica que tengo, y hay empresas que también me han ayudado. La que más me motiva para ser torero es la afición.

--¿Irá su familia?

--Mis hermanas van y mi padre también. Yo soy el cuarto de cinco hermanos. Mi madre nunca va a la plaza porque no quiere verme torear. Mi padre sí que se sube al tendido.

--¿Cómo se ha vivido en casa su pasión por el toro?

--Nunca le han dado mucha importancia. Se habla poco de toros. Es mejor porque al final te acabas agobiando.

--¿Cómo se ha preparado?

--Es una preparación de muchos años. Ha sido más mental que física. Peso 59 kilos. Creo que ya tengo la técnica porque he pisado plazas buenas. Con caballos he estado en Avila, Cáceres, Arnedo, Madrid o Zaragoza.

--¿Con qué sueña?

--Solo quiero estar a gusto y disfrutar con la corrida de toros. Salga como salga, buena o mala. Suelo vivir el presente, pero con una visión de futuro. No me planteo el futuro porque cambian muchas cosas y luego los varapalos son más gordos.

--¿Cómo irá vestido?

--El traje me lo ha hecho la maestra Nati y es clarito, de un tono marfil. Es original porque no tiene nada que ver con los que se ven ahora. Yo le dije que quería un traje de alternativa. Lo encargué hace tiempo y lo he ido pagando poco a poco. Me ha costado 3.500 euros. Se ha encargado Enrique Vera, el sastre, que también fue torero. Tienen tienda en Madrid, pero también delegación en Sevilla.

--Un deseo...

--Que la gente se vaya contenta. Si se va contenta, me va a volver a ver. Soy realista. Deseo triunfar esa tarde y por mi parte no va a quedar nada en el cajón. Voy a darlo todo y deseo que se me abran más puertas y que cambie el toreo en los pueblos, no solo por mí sino por la fiesta en general.