Dania Dévora es el alma mater del Womad cacereño. Lleva media vida dirigéndolo y conoce toda su trayectoria, sus entresijos, sus anécdotas... En Cáceres se siente en casa y cada año, pese a sus responsabilidades, intenta disfrutar de ese vínculo entre la ciudad renacentista y las músicas del mundo. Dania charla con este diario sobre el cumpleaños que se avecina.

--No es fácil, pero haga un esfuerzo y resúmanos su impresión general sobre estos 25 años de Womad en Cáceres.

--Me parece que el festival ha sabido crecer y adaptarse a la ciudad, a las necesidades de sus habitantes y de las instituciones que lo apoyan. Siendo en esencia el mismo Womad que sedujo a Cáceres y a medio mundo hace ya tantos años, se han ido introduciendo pequeñas adaptaciones que amoldaban al festival no solo al sitio que lo acogía, sino también a los muchísimos cambios que ha sufrido la escena festivalera en este tiempo. De no haber sido así, por mucho éxito que se tuviera desde el principio, no seguiríamos hablando de un festival tan vivo y vigente como el que aún tenemos entre manos.

--Las madres quieren a todos sus hijos, no cabe duda, pero atrévase... ¿cuáles han sido las ediciones más especiales?

--Como dices, todas las ediciones me han parecido especiales, pero voy a quedarme con la primera, porque para mí también supuso descubrir la ciudad de Cáceres y el influjo que la música y las culturas del mundo ejercían sobre su público y sus calles; y al igual que los artistas siempre creen que su último disco es el mejor, voy a elegir también el último de los festivales (por no decir el que está por venir).

--¿Los conciertos que nunca olvidará y que quedaron grabados en la memoria de los womeros cacereños?

--Tantos y tantos... Peter Gabriel (o Papá Gabriel como a veces le llamamos), por razones obvias, Oyster Band (que llegaron a ilustrar la portada de uno de sus discos con una foto de su concierto), The Correspondents, Las Hermanas Márquez con Paquito D'Rivera, Jah Wobble, The Pogues, Salif Keita, Amadou & Mariam, Bettye Lavette, Billy Cobham & Asere, Tinariwen, Lenine...

--¿Cómo ve ahora la superación de los peores años? Aquellos traslados al ferial, un Womad en días laborables, la propuesta de un festival alternativo...

--Pues con la alegría de ver el camino recorrido y el convencimiento de que, sin el apoyo de un amplio sector del público y sin buenas dosis de cabezonería, sería imposible tener el festival que ahora disfrutamos. Creo que, siendo todo mejorable, la experiencia Womad de hoy en día ofrece la perfecta conjunción entre el disfrute del público, buena exposición de los artistas, y sobre todo, óptima utilización de la cantidad de joyas que Cáceres tiene que ofrecer. No olvidemos que Womad es un escaparate, y ese escaparate tiene que lucir lo más bonito posible para seducir a quienes aún no conocen el festival y/o la ciudad que lo alberga.

--¿Qué es Cáceres para Womad?

--Una de nuestras casas. Uno de esos sitios que invitan a soñar con hacer mejor aquello que mejor sabemos hacer. El vínculo creado en estos 25 años es demasiado fuerte como para resumirlo en pocas palabras.

--¿Qué impresión suelen llevarse los artistas de la ciudad?

--Salen encantados e impactados, no podría ser de otro modo.

--¿Le consta que los chavales que disfrutarán de la próxima edición no habían nacido cuando Womad llegó a Cáceres?

--Me lleva constando desde hace años. Por suerte, ya podemos hablar de varias generaciones nacidas con Womad como parte de la realidad sociocultural de Cáceres. Igualmente curioso resulta pensar en la cantidad de jóvenes cacereños que no conocen ni conciben una ciudad sin Womad. Creo, modestia aparte, que algo de eso se nota en las ricas influencias que muestran la cantidad de formaciones jóvenes de músicos extremeños. Año tras año me sorprenden.

--¿Cómo ha evolucionado el público en estos años?

--Desde el principio fue un público curioso y con ganas de disfrutar descubriendo. Evidentemente, con lo que hablamos de tener el festival en el ADN de tantas generaciones, ahora ya cuesta más sorprenderles, pero por suerte el mundo es muy grande y cada año nos ilusionamos por presentar en nuestro cartel artistas capaces de enseñar algo nuevo.

--Aunque todavía hay que negociar el presupuesto bianual de 2016 y 2017, estarán preparando una edición especial para el 25 aniversario....

--Es evidente que se trata de una fecha especial. Intentaremos celebrarla con el mejor festival posible de realizar entre todas las partes implicadas.

--¿Qué diferencia al Womad del resto de festivales?

--Justamente que no es un festival al uso. La música importa mucho, pero fluye como un todo más que como un conjunto de actuaciones aisladas. Tanto los artistas como el público se impregnan de la experiencia y se establecen lazos sabiendo que aquello que nos hace distintos es justo lo que nos hace mejores y más fuertes. Es un festival para descubrir y para disfrutar en familia, para aprender en los talleres y para dejarse llevar por la música, sea de un artista/estilo conocido o no. Es toda una liberación y una forma de vida, también para los que lo hacemos.