Los graves daños detectados en la vivienda de la calle Margallo, propiedad de Jorge Luengo y Sonia Morales, desalojados de la misma hace una semana, han sido causados únicamente por la obra que se realizada en el solar del antiguo colegio San Antonio. Así lo resuelve un nuevo informe de los servicios de disciplina urbanística en el que se subsanan algunos errores planteados en el primero que se emitió el día 23, fecha del desalojo.

En el primer informe se resolvía, como publicó este diario el 28 de febrero, que tras inspeccionar el inmueble "se llega a la conclusión de que la causa principal del problema se debe al mal estado de las vigas de madera, que están completamente carcomidas, siendo posiblemente causa suplementaria la ejecución de la obra colindante". Y ante este hecho, por resolución de la alcaldía, se ordenaba a Sonia Morales, como propietaria de la planta baja del inmueble 18 de la calle Margallo, ejecutar una serie de obras en 45 días.

Ante esta información Sonia Morales se mostró "sorprendida", pues según aseguró "la carcoma no puede ser causa de los daños en mi vivienda, pues no tenemos vigas, la única causa son las obras de al lado".

Su afirmación se ratifica en el nuevo informe de los técnicos, según el cual "las patologías detectadas en la vivienda son debidas a los anclajes del muro de contención de la obra colindante". Y ante este hecho, por nueva resolución de la alcaldía, se ordena "con carácter urgente a Zadovías SL, como propietario del inmueble sito en la calle Margallo 10, antiguo colegio San Antonio, a que inmediatamente proceda a ejecutar las obras descritas en los informes técnicos (colocación de testigos, seguimiento de patologías, reparación de red de saneamiento y comprobación de las colindantes...)".

EL ERROR El error que llevó a indicar que la principal causa de los daños en la vivienda de Sonia Morales y Jorge Luengo era la carcoma, y que llevó el viernes 23 de febrero a desalojarles, junto a su hijo de 3 años, se reconoce en el nuevo informe. En este se indica que "se ha procedido a precintar la vivienda de planta baja y a desalojar a sus ocupantes y propietarios de la misma de forma errónea, ya que la orden de precinto era para el local situado en la fachada de la edificación --que es donde hay carcoma-- y no para esta vivienda, situada al fondo del solar".

Se añade, tras la nueva inspección, que en la vivienda de la familia desalojada "se comprueba que las grietas han aumentado de forma alarmante", así como que a la vista de "todos los disturbios generados en la edificación por la obra, y ante el grave problema de seguridad planteado, se considera que deben desalojarse las personas que viven en esta vivienda de planta baja".

Esto significa que el error llevó a un desalojo precipitado, "pero agradecemos el error, pues al día siguiente del desalojo se cayó parte del patio y no quiero pensar lo que habría ocurrido si hubiese estado mi hijo".