Los daños causados en el matadero ascienden a unos 200.000 euros, según la estimación de los técnicos del ayuntamiento. Las instalaciones están sin uso al menos desde el pasado 20 de agosto, hace ya tres meses y medio, y no se vislumbra que a medio plazo puedan volver a estar operativas. Antes el ayuntamiento tendrá que decidir si acude o no a la vía penal contra el anterior concesionario del servicio, la Agrupación Cacereña de Industriales de la Carne, y luego sacar de nuevo a concurso la concesión demanial de las instalaciones.

Estas dotaciones municipales de la carretera de Monroy se sacaron a concesión para prestar el servicio de matadero en junio de 2000. El contrato se adjudicó a la Agrupación Cacereña de Industriales de la Carne por un periodo de 15 años. No es el primer cese de actividad en estas instalaciones, en las que ya se vivió un cierre en 2014. La concesión del matadero volvió a salir a licitación en 2017, proceso que se suspendió solo unos meses después de su convocatoria. En el verano de ese año, el pleno de la corporación local tomó el acuerdo de declarar la prohibición a la empresa Agrupación Cacereña de Industriales de la Carne de contratar con la administración. La concesión volvió a salir a concurso en 2018 y se adjudicó a Táurica y Simón, pero el concurso quedó suspendido después de que la agrupación entregase las instalaciones al ayuntamiento en unas condiciones que hacían imposible su utilización.

En las dotaciones había deficiencias en las instalaciones de fontanería, recogida de agua y saneamiento, en las eléctricas y en las de climatización. También había desperfectos en el cerramiento del edificio (se había desmontado por completo el falso techo que cubría la nave) y en el exterior. Además se detectaron desperfectos en el equipamiento y en la maquinaria del matadero (entre otros daños se había desinstalado el brazo mecánico de salida de canales y faltaba una plataforma de faenado de vacuno). La agrupación debía entregar las llaves del matadero en el ayuntamiento el 31 de julio para que entrara la nueva empresa el 1 de agosto, pero esta entrega no se hizo efectiva hasta el día 20 de ese mes.

Ya hay una cuantificación de los daños, que ascienden a unos 200.000 euros. El ayuntamiento aún no ha tomado una decisión sobre si se acudirá a la vía penal para reclamar a la anterior concesionaria la reparación de los daños. Se está actualmente en el trámite de alegaciones por parte de la agrupación y una vez que se estudien se decidirá «si procede o no ir a la vía penal», se aseguró ayer desde el gobierno local, que confirmó que habrá un nuevo concurso para adjudicar la concesión del matadero.