EL GRAN TEATRO se convirtió ayer en un escaparate para los amantes de la danza con la novena edición de Danzamaratón, iniciativa de la asociación Aula Danza de Extremadura y la bombonera cacereña, con apoyo de la Junta y la universidad extremeña. Por el escenario del Gran Teatro desfilaron durante seis horas consecutivas --de 17 a 23 horas-- más de 300 bailarines de escuelas, centros educativos o la universidad para ofrecer piezas con una duración máxima de 10 minutos. El repertorio mezcló la danza contemporánea con la clásica o variantes más exóticas como la del vientre.