Más de una década lleva La Fusa ofreciendo servicio a los cacereños y visitantes. Durante el trascurso de estos años se han tenido que realizar algunas remodelaciones para adaptar el local a las necesidades de los clientes. "Ahora hemos creado una zona para niños", indicó José Carasco, propiterario de la tapería.

En relación a los hábitos de sus clientes, Carrasco ha notado cómo debido a la crisis económica el gasto y el consumo es menor. "Hay un hábito cada vez más grande de taperia y menos de restaurante. La gente busca comer pequeñas cosas gastando lo menos posible, aunque cuando vienen grupos más grandes siguen prefiriendo sentarse a la mesa y pedir un menú", explicó.

Ubicada en pleno corazón de Cáceres, La Fusa varía su oferta según los tiempos y preferencias del cliente. Por ello, y en los tiempos de crisis que corren, la tapería ofrece tapas de queso, jamón y salchichón a dos euros.