Tu oportunidad de ser diferente está en la cobertura local; no quiero estar en un negocio en el que cualquiera puede hacer lo mismo que yo con facilidad. Quiero un negocio que los demás no quieran ni intentarlo». Lo dijo William Randolph Hearst III, nieto del magnate del mismo nombre que revolucionó la industria periodística a finales del siglo XIX. La importancia que éste le otorgaba al periodismo local no es considerada así por todos los que ven este tipo de disciplina, la más cercana y la que más se pringa, como el patito feo de la profesión. Somos ninguneados, denostados, nos consideran profesionales de menor grado, trabajamos en redacciones pequeñas, con grandes esfuerzos y notable preparación. Pero hay a quienes parece que esto, desgraciadamente, les importa un carajo.

Se preguntarán ustedes por qué les cuento todo esto. Comencemos por el principio. Allá por el mes de enero contacté vía email con la empresa Yellowmedia Comunicación y Marketing, que gestiona la relación con los medios de la obra de teatro de Florentino Fernández, más conocido como Flo, con la intención de realizarle una entrevista, dada la relación que el actor y conocido presentador de televisión tiene con Cáceres, ciudad que visita frecuentemente puesto que parte de su familia reside aquí. Era una ocasión idónea teniendo en cuenta que el cómico se encuentra de gira con ‘El sentido del humor: dos tontos y yo’, obra que protagoniza junto a José Mota y Santiago Segura, ahora de promoción por teatros y auditorios de España.

A las 15.45 del pasado 14 de enero, un responsable de Yellowmedia me contestaba muy amablemente a mi correo electrónico con el siguiente texto: «Buenas tardes Miguel Ángel, ¿cómo estás? (...) Encantado de saludarte. Te he leído muchas veces en el Extremadura. Por temas de agenda es bastante complicado cuadrar agenda. No sé como lo ves si lo hacemos por email. Ya me dices. Muchas gracias». Como muchos lectores sabrán, mis entrevistas se publican cada domingo y en ellas siempre aparezco fotografiado con el personaje entrevistado. De manera que rápidamente contesté al responsable de la empresa para aclararle nuestro formato: «Una alegría que me hayas leído. La cosa es que deberíamos hacernos una foto juntos. No me importa desplazarme a Madrid para ello».

El 15 enero, a las 17.44 horas, volví a recibir un correo de Yellowmedia: «Buenas Miguel Ángel, ¿cómo estás? Estoy viendo a ver cómo cuadrar el tema. ¿Cómo te vendría ir a ver la función a Granada el sábado, 16 de febrero? Es lo más cerca de Cáceres. Lo digo porque podríamos hacer la entrevista previamente y ese día te dejo una invitación para ver la función y aviso a Florentino de que después pasas a hacerte la foto con él. Ya miro quién de producción puede acompañarte. Lo siguiente sería Sevilla para el 23 de marzo, que por tiempo tampoco iríamos mal. Ya me dices. Un abrazo».

Volví entonces a contestarle: «Lo más cercano en kilómetros sería Sevilla. ¿Podrían ser dos invitaciones, para mí y para la persona que vendría a hacer la fotografía?». Pasó el tiempo y el 12 de marzo tuve de nuevo noticias de la empresa: «Buenos días, Miguel Ángel. Te escribo para retomar el tema de la función ‘Dos tontos y yo’ y la entrevista con Flo. Se acerca la fecha de Sevilla, que es nuestra próxima plaza, y quería ver contigo el tema de las invitaciones y de más. Por fin te he conseguido dos pases de prensa. ¿Te parece que te los deje para la función del 23/03/2019 -19.00 horas?. Ya me dices. Un abrazo».

Una vez confirmado que el sábado se haría la fotografía con Flo y la entrevista se podría realizar anterior o posteriormente a la obra vía telefónica, las siguientes comunicaciones con la empresa se produjeron por whatsapp. El día antes de la cita, el viernes pasado, y tras mi insistencia, Yellowmedia contestó que a las 17.30 horas del sábado los actores hacían la prueba de sonido en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla y que Flo «ya» estaba «avisado».

Todo en orden hasta que el mismo sábado, a las 11.30, cuando este periódico ya estaba camino de Sevilla, otro whatsapp alertó de que había que cambiar la entrevista, de que ya no podía ser con Flo, que debía ser o con Santiago Segura o con José Mota. No era lo acordado, pero aceptamos. Sin embargo, finalmente, a las 16.16 horas, tan solo una hora antes del encuentro, la empresa confirmó definitivamente que Flo había «declinado el ofrecimiento» de entrevista, que tampoco los otros dos actores aceptaban y que la única opción era que acudiéramos a ver la obra e hiciéramos una foto durante la representación, algo a lo que lógicamente nos negamos porque eso no era lo pactado. Lo pactado era fotografía con el entrevistado y entrevista. Pero ni una cosa ni la otra.

Los héroes cacereños

Así que nos vimos en Sevilla con el Hostal Santa Catalina (74 euros) pagado, el combustible y gastos derivados por el uso del vehículo pagados (51,6 euros), los 50 euros de ida y vuelta que al fotógrafo (venido de otra ciudad andaluza) le costó el AVE, puesto que por problemas de agenda era el único medio de transporte que le permitía llegar a tiempo, los 40 euros entre comida y cena, y los 11,80 del desayuno que nos soplaron en la Cafetería Roldán de la estación de Santa Justa (probablemente uno de los desayunos de horrible jamón más caros de mi historia). Total: 227,4 euros que hemos perdido. Y a todo ello añadiéndole el susto cuando olvidé mi cartera en el bar Los Alcázares, aunque afortunadamente pude recuperarla gracias al bondadoso destino.

Me apenó la cuestión especialmente por el fotoperiodista, un joven que apunta brillante futuro y que se quedó sin cobrar; un joven que representa a todos aquellos a los que se les alargan las becas, prácticas y otros vericuetos que les alejan del salario que les correspondería. Conocí más en profundidad a este colega, hablamos de la profesión, de lo bueno que es caminar hacia la autencidad, de la importancia de ser honesto. Por lo demás, en Sevilla supe de Juan, el amable recepcionista del Santa Catalina, del camarero del Patio de San Eloy (qué buena la ración de albóndigas con patatas fritas), de un estudiante de Ingeniería natural de Huelva que me guió hasta la calle Sierpes, del aparcacoches que en Santa Justa me contó que tras sucesivos fracasos personales su única salida fue pedir en la calle. Un taxista me relató lo duro que es estar al volante en los tiempos que corren mientras yo pensaba en que todos ellos eran los verdaderos héroes de la sociedad de hoy: el respetable becario de prensa, el del bar, el del taxi...

Sevilla tiene AVE (qué envidia me dio, por cierto) y puentes y amaneceres azules.... Al día siguiente, muy temprano, llegué a Cáceres y estuve comiendo con Macarena Muñoz Lucas, extremeña, atleta ganadora del Campeonato de Cross por Comunidades y del Campeonato de Cross de Clubes de Linares, otra heroína que merece salir en un periódico, igual que el equipo de refugiados y migrantes de Cáceres, que ha llegado a la semifinal en la liga de la Universidad y había que ir a animarlos. O que José María Gijón, David Durán y Francisco Martín, que anoche inauguraron oficialmente la Sala Capitol (muy pronto traerán los musicales de Michael Jackson y ‘La Bella y la Bestia’, no descartan a Camela, y la obra ‘Dani y Roberta’, protagonizada por Alex García e Itziar Miranda, y que es una lección sobre cómo convertir los deseos en realidad.

Y sí, todos estos cacereños son mis héroes frente a aquellos que desprecian el periodismo de provincias, que actúan con verdadero clasismo cuando se trata de medios de comunicación modestos en favor de los que se consideran en la élite de los mass media.

‘Flo’, Mota, Segura, Yellowmedia, gracias por dejarnos en la estacada, sepan que no nos cansamos de luchar y que con su actitud no han defraudado a este periódico, han defraudado a sus miles de lectores. Yo, de ustedes, me lo haría mirar.