El proceso judicial al presidente del Cacereño --acusado de agresión a su mujer y tenencia ilícita de armas-- es muy probable que se resuelva por conformidad. Así se desprende de las declaraciones que ayer hicieron a EL PERIODICO el fiscal y los abogados de la acusación y la defensa. Todos manifestaron su disposición a llegar a un acuerdo, aunque el abogado de Félix Campo, Alberto Santos de Paz, insistió en querer esperar a que concluya la instrucción para aclarar posiciones.

De Paz, que puntualizó que el acuerdo ha de alcanzarse entre la defensa y la fiscalía, uniéndose posteriormente la acusación si lo considera oportuno, incidió en su negativa a hacer más declaraciones hasta que se dé por concluida la instrucción. Para que esto ocurra falta tan sólo una ampliación solicitada al informe de balística, y es muy probable que esté resuelta la próxima semana.

Por su parte, Juan María Expósito, abogado de la mujer de Campo, aseguró a este diario que la acusación particular no se va a oponer a un acuerdo en el procedimiento penal. "Por nuestra parte no va a haber oposición alguna a la conformidad".

En el mismo sentido se pronunció el fiscal, que indicó que hay "una muy buena predisposición por todas las partes a llegar a un acuerdo". Se matizó, no obstante, que el acuerdo sería respecto a las penas a imponer al acusado, no a los delitos que se le imputan, pues para llegarse a la conformidad Campo ha de confesar los hechos --que agredió a su mujer y que tenía un arma sin licencia--. Si hay conformidad, el mismo juez instructor dictará la sentencia y no habrá juicio, pero de lo contrario el caso pasará al Juzgado de lo Penal.

Mientras tanto, ayer se dio un paso más en el procedimiento. Defensa y acusación comparecieron ante el juez que instruye el caso para establecer las medidas civiles "y ha habido un total acuerdo", hicieron constar. Se trata de unas medidas provisionales, sobre régimen de visitas, custodia..., que tienen una vigencia de 30 días, plazo en el que habrá de presentarse una demanda de separación, bien por una de las partes o de mutuo acuerdo, para ser ratificadas.