Marcelino Cardalliaguet, doctor en Historia por la Universidad de Salamanca y concejal de Cultura en 1986 cuando se colocó la escultura de Hernán Cortés, aseguró ayer que, "sin la figura del conquistador, Méjico no existiría" y calificó de "absurdo" que el autor o autores de las pintadas hayan utilizado el término "asesino". Recordó que poco después de la inauguración de la estatua se celebró un congreso dedicado a su figura en la localidad pacense de Medellín, donde nació Cortés, en la que se abordó su figura: "Siempre fue transparente y querida", dijo Cardalliaguet. El catedrático recordó que en el año en que se colocó la escultura "había un enorme interés en promover la proyección hispanoamericana de la ciudad, en la influencia que Cáceres había tenido".

Por su parte, Juan Iglesias Marcelo, que fue el alcalde cuando se inauguró el monumento, lamentó los hechos y defendió que Cáceres tenga una escultura dedicada a Hernán Cortés. "Si le juzgamos con la mentalidad del siglo XXI, hoy veríamos inaceptable una figura como la de aquella época", apuntó Iglesias, que subrayó que, aunque la iniciativa de levantarla fue de la Diputación de Cáceres, el ayuntamiento colaboró con el pedestal y la cesión del espacio. "Acusarle en una pintada de asesino es una simplificación en la visión de la historia que no nos lleva a ningún lado", concluyó.