Los delitos contra la libertad en indemnidad sexual se han triplicado en el primer semestre de este año pese al confinamiento y las restricciones a la vida social por el coronavirus. Según los datos publicados por el portal estadístico de criminalidad del Ministerio del Interior, en la capital cacereña se registraron hasta el mes de junio (última estadística disponible) 12 infracciones de este tipo, frente a las cuatro que hubo en el mismo periodo del año anterior. El 75% de todas las denuncias se presentaron entre los meses de enero y marzo, periodo en el que se pusieron nueve; las otras tres se registraron entre marzo y junio. Ninguna de ellas fue por agresión sexual o violación. Pese a ello, la tasa de estos delitos se sitúa en la provincia de Cáceres en el 1,7 casos por cada 10.000 habitantes, por debajo de la media nacional que llega al 2,9 y de la de la provincia de Badajoz, que es de 2,1 por cada 10.000 habitantes.

Este tipo de infracciones han sido las que más han crecido en el primer semestre del año, seguidas de los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, que pasaron de cero en 2019 a uno en este periodo; y la sustracción de vehículos, que creció un 24%, registrándose 1.033 robos entre enero y junio de este año. El resto de delitos tipificados y recogidos en la estadística se han reducido precisamente debido a la declaración del Estado de Alarma y al confinamiento.

A nivel nacional también crecen los datos, sobre todo los abusos sexuales con penetración, que se han triplicado desde el año 2013, pasando de 386 a 1.044. Y se han disparado también las violaciones múltiples: en 2016 hubo 20; 13 en 2017; 65 en 2018; 86 en 2019 y 13 en lo que llevamos de 2020. «Tras hechos conocidos como la Manada, esas cinco violaciones a una joven el día de San Fermín de 2016, se pensó que este tipo de delitos iban a ir en disminución porque se pensó que la ciudadanía se iba a sensibilizar. Pero lejos de ello han ido aumentando», alerta la presidenta de la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura (Adhex), Flor Fondón.

Los datos preocupan al ayuntamiento, que ha puesto en marcha un protocolo para prevenir los casos de violencia sobre la mujer en la ciudad, elaborado por este colectivo social. El documento incide en la necesidad de proteger al sexo femenino de estas situaciones porque, tal y como confirman las estadísticas, el 85% de las víctimas son mujeres (el 48,58% menores de edad) y el 97% de los agresores son hombres.

Esta realidad han sido constatada también por este colectivo regional, que llevó a cabo en el año 2018 un sondeo entre la población extremeña sobre la percepción de las relaciones afectivo sexuales de la población joven. Del mismo se extrae que el 42% de las chicas (solo el 6% de los chicos) manifestó haber sufrido acoso callejero; un 74,01% dijo sentir miedo al regresar a casa sola por la noche y un 30% ha experimentado incomodidad ante una insinuación de tipo sexual por parte de adultos del entorno familiar, escolar o social.

INSEGURIDAD DE LA MUJER

La percepción de inseguridad que sufre la mujer por estas situaciones se ha puesto de manifiesto también a nivel nacional en la macroencuesta realizada por el Ministerio de Igualdad sobre violencia contra la mujer fuera del ámbito de la pareja:_703.000 mujeres mayores de 16 años (un 3,4% de las encuestadas) han sufrido violencia sexual, agresiones y violaciones en la infancia, antes de cumplir 15 años. Y 453.000 (2,2%) han sido violadas una vez en su vida. Además, el 13,7% que manifestó haber sufrido algún tipo de violencia sexual afirma haber sido violada bajo los efectos del alcohol y las drogas y el 12,4% por más de una persona. Respecto al lugar de la violación, la mayoría se suceden en los domicilios de ellas y de los agresores, pero hay un 17,8% que ocurre en bares y en discotecas; un 32% en zonas abiertas como parques o calles; un 8% en transporte público y algo más del 5% en centros educativos.

La encuesta preguntaba además por una serie de comportamientos no deseados y con una connotación sexual, tales como miradas insistentes o lascivas, contacto físico no deseado, exhibicionismo o envío de imágenes o fotos sexuales que le hubieran hecho sentirse ofendida, humillada o intimidada. Esto lo ha sufrido el 40,4%, es decir más de ocho millones de mujeres. Y un 18,5% lo ha padecido antes de cumplir los 5 años.