Una mujer denunció a su expareja por violación y termina siendo condenada porque la denuncia era falsa. Ha ocurrido en la localidad cacereña de Coria y la sentencia la ha dictado el Juzgado de lo Penal Número 1 de Plasencia. Según se relata en el fallo, la mujer acudió al cuartel de la Guardia Civil el 26 de septiembre del 2013 imputando a su expareja un delito de agresión sexual.

En el relato de los hechos detalló que dos días antes había recibido una llamada de su expareja para pedirle que acudiera a su casa. Cuando llegó, siempre según la versión que esta contó a la Guardia Civil y recoge la sentencia, ambos mantuvieron una conversación en el salón sobre la relación de pareja que habían tenido en su día. Después ella le pidió explicaciones de porqué la había dejado (ambos rompieron la relación a finales del año 2012 y él rehizo su vida con otra persona).

La conversación, continuó relatando a los agentes, comenzó a subir de tono y ella rompió a llorar. En ese momento él la abraza mientras ella intenta zafarse. Según detalla, terminó llevándola hasta el sofá y la violó. Declaró que ella nunca quiso que aquello sucediera, pero que ocurrió todo muy rápido y se quedó paralizada, por lo que no pudo quitárselo de encima. Manifestó además que, cuando la agarró por los hombros para tumbarla en el sofá, su expareja hizo tal fuerza que le dejó dos pequeños moratones en el brazo.

Antes de efectuar la denuncia en el cuartel había acudido al Hospital de Coria para que analizaran las lesiones. En el informe médico se detalla que la exploración es normal y que se observa un hematoma en el brazo. La Guardia Civil, según detalla el fallo, tenía dudas de dicha denuncia desde el principio porque presentaba «contradicciones». Además, según señala la sentencia, cuando acudió a denunciar primero contó varios episodios que le habían ocurrido con su expareja, mientras que «el relato de la agresión sexual no se realiza hasta el tercer folio del acta de la comparecencia». El acusado aportó además un mensaje que ella le envió al móvil horas más tarde de haberle denunciado.

Después, en su declaración en el juzgado incurrió en varias contradicciones y en los informes del forense no se aprecian restos biológicos del denunciado en el cuerpo de la mujer. Por todo ello la Audiencia Provincial de Cáceres ordena el sobreseimiento del procedimiento en el año 2017 porque no observa indicios de delito en el relato de la mujer.

Ante esta situación, su expareja, defendido por la abogada cacereña Olga Mozo del despacho Díez y Asociados, pidió al Juzgado de Coria que investigara los hechos por si la mujer hubiera incurrido en un delito de denuncia falsa. Y así ha sido. Acaba de ser condenada a un año y medio de prisión como autora de un delito contra la administración de justicia en su modalidad de denuncia falsa y al pago de una multa de 5.600 euros. Deberá indemnizar además a su expareja con 10.000 euros. La sentencia no es firme.