Ha ocurrido en un hotel de Cáceres y ya se han interpuesto denuncias ante la comisaría de policía, aunque en este tipo de casos suele haber más afectados que, por vergüenza o mero desconocimiento, deciden no actuar. Una empresa de multivacaciones ha suscrito contratos con diversos ciudadanos a los que previamente convocaba a una reunión en un recinto hotelero, y éstos, al querer desvincularse del acuerdo por sus dudas sobre los pagos y el sistema de vacaciones, han encontrado muchas dificultades, han recibido amenazas y la empresa les ha exigido 3.000 euros para poder hacerlo.

Las denuncias, cuatro hasta el momento, han sido tramitadas por la asociación de consumidores Acuex. "La firma, radicada en Madrid, había convocado a un buen número de ciudadanos en un hotel cacereño mediante cartas personales, con la habitual promesa de un regalo. Curiosamente les pedía que acudieran con su DNI y fotocopias de la nómina y de la hipoteca. Había cinco empleados atendiendo a todos los que llegaban, de modo que debieron pasar bastantes personas", informan los profesionales de la asociación Acuex.

CONTRATOS COMPLICADOS Las sesiones tuvieron lugar a mediados de junio. La empresa ofrecía una semana de vacaciones al año para toda la vida en dos modalidades, o bien la pertenencia a un club de viaje con descuentos en diferentes hoteles del mundo, o bien unas vacaciones fijas de siete días en una zona concreta, con posibilidad de intercambiar con otra persona o con la primera opción. "Los contratos son muy complicados, hay que leerlos por lo menos siete veces. El coste se eleva a 18.000 o 28.000 euros, según las condiciones, a pagar en 96 meses, más intereses del 6,50% al 7,50%. En los casos denunciados tenían que abonar una media de 370 euros al mes, salvo un inicial descuento en las dos primeras cuotas", subraya el personal de Acuex.

La empresa se comprometió a una segunda reunión en dos semanas. El problema llegó cuando los usuarios, una vez en casa, no estuvieron conformes con las condiciones y quisieron llamar por teléfono para desvincularse.

"El plazo de revocación de contratos es de siete días, pero el número de la empresa permaneció inactivo durante las dos semanas siguientes a la primera reunión, de manera que no hubo posibilidad de echarse atrás. Al cabo de ese tiempo la propia empresa se puso en contacto con los clientes, aunque por vía telefónica. Cuando los usuarios manifestaron su intención de no seguir adelante, el personal les recordó que tenían un contrato firmado, les amenazó con llevarlos a juicio y lo más grave, les dijo que si pagaban 3.000 euros (500.000 pesetas) no irían a los tribunales", relata Acuex.

Pero además, algunos de los usuarios fueron convencidos para firmar letras en blanco, entre ellos un universitario que recurrió a Acuex. Otro rubricó un folio en blanco sobre el que después pusieron un cheque. "Hay que estar seguro de lo que se suscribe, leer muy bien los contratos, no precipitarse y no mostrar documentación personal", recuerda Juan Bazaga, presidente de Acuex, asociación que ya ha remitido a la empresa de multivacaciones las cartas de revocación de contratos de los afectados unidas a las denuncias.