Los reductores de velocidad de la urbanización Ceres Golf, donde viven alrededor de 1.000 personas, desaparecieron ayer. Según informó uno de los miembros de la junta directiva de la comunidad de propietarios de la barriada, Jesús Castelló, entre las 16.30 y las 17.30 horas varios testigos, residentes en la urbanización que llegaban o salían de sus viviendas, vieron como "dos operarios se bajaban de una furgoneta de color blanco y realizaban 'trabajos' en los badenes", señaló Castelló.

No obstante, dicha labor no consistía en otra cosa que en la sustracción de los reductores de velocidad. Unos badenes "que evitan que se alcancen velocidades excesivas que pueden suponer un peligro tanto para las personas como para los animales", indicó defendiendo su mantenimiento.

En total, los ladrones se llevaron cinco reductores de velocidad que habían costeado los propios propietarios de viviendas de la urbanización --ya que el barrio no se encuentra recepcionado por el ayuntamiento--. Estos se encontraban en los principales viales de acceso a la urbanización y su valoración económica asciende a más de 4.000 euros. Por su parte, en cuanto los residentes notaron la ausencia de éstos, pusieron la situación en conocimiento del presidente de la comunidad, que denunció inmediatamente a la policía local.

RESINA Cabe mencionar que los reductores de velocidad están hechos de resina, un material que no posee el valor económico que sí tienen otros como el cobre en el mercado negro, por lo que "no se descarta y se está investigando incluso si se ha podido tratar de un vecino molesto con la colocación de dichos badenes", apuntó Castelló.