El 906 ataca de nuevo, y lo hace de lleno en las facturas de teléfono de fin de mes de al menos 120 cacereños. Esta es la cifra que manejan las asociaciones de consumidores y usuarios de la ciudad, que reciben una media de 12 quejas mensuales por este concepto y que, en lo que va de año, han superado holgadamente el centenar.
El último caso lo investiga la comisaría. Según informó el comisario Ricardo Beltrán, una mujer ha denunciado la tentativa de estafa a través del teléfono. La denunciante se percató del fraude cuando recibió la llamada de un supuesto operador de la Oficina de Promoción de Telefónica, en la que le comunicaban que había sido agraciada con un premio en llamadas provinciales e internacionales gratuitas.
Eso sí, para que la recompensa se hiciera efectiva, la mujer tenía que llamar a un número de teléfono con prefijo de 906. Sin embargo, en lugar de marcar los dígitos que le facilitaron, lo hizo a los de información de Telefónica, donde le manifestaron la falsedad de la promoción.
El presidente de Acuex, Asociación de Consumidores y Usuarios de Extremadura, Santiago Márquez Broncano, indicó que este tipo de fraudes son muy habituales y que las denuncias son frecuentes. El responsable de la asociación añadió que es difícil demostrar la autoría de los hechos, "porque en las facturas aparece el número marcado".
AL JUZGADO
Tanto en Acuex como en la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor), se informa de que las denuncias que se efectúan al mes oscilan entre las 10 y las 12. En la OMIC apuntan que el trámite que suelen seguir es informar al consumidor y desviar luego la denuncia al juzgado correspondiente para tramitar debidamente su reclamación.
El fraude del 906 se presenta en diversas formas: premios, videntes, lineas eróticas, consultorios, páginas web gratuitas... y mueve un inmenso negocio en todo el país. Hay incluso casos de usuarios que nunca han marcado el prefijo y que luego se encuentran con facturas superiores a los 300 euros y hasta 15 llamadas fantasmas seguidas en dos horas.
