Ocurre desde hace una semana. Varios chavales se colocan sobre el puente que une el barrio de los Castellanos con el R-66 y se dedican a arrojar piedras a los vehículos que circulan por la carretera que discurre bajo el mismo, la N 630. Hasta el momento no ha habido que lamentar daños personales ni materiales, pero hasta la jefatura de la Policía Local han llegado ya cerca de una decena de denuncias. Los denunciantes son conductores que alertan de la situación y que se han visto obligados a esquivar las piedras que les tiran o que las han observado pero no les han alcanzado de casualidad.

Los hechos se suceden a plena luz del día, tanto por la mañana como por la tarde. La policía ha montado un dispositivo especial de agentes para localizar a los autores. Cree que se trata de menores de edad. "Es una gamberrada, pero es muy grave porque, si las piedras llegan a alcanzar a los vehículos, pueden provocar un accidente o una tragedia", alerta el jefe de la Policía Local, Angel Carvajal. Desde la semana pasada casi todos los días han llegado denuncias por esta situación a la jefatura policial.

Por las horas a las que suele registrarse el incidente las mismas fuentes creen que se trata de menores que pertenecen a un colegio cercano (suele suceder cuando salen del colegio). De hecho la policía ha enviado una circular al director de dicho centro y a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del mismo para alertar de los hechos y pedir colaboración. Han solicitado que conciencien a los chavales sobre las consecuencias que puede conllevar arrojar piedras desde el puente a los vehículos que circulan.

CHARLAS DE CONCIENCIACION Los agentes no descartan llevar a cabo en el centro charlas informativas sobre esta situación. "Hemos puesto a disposición del centro a los agentes titulados para que vayan a impartir charlas de concienciación, para que los alumnos vean de primera mano las consecuencias que puede tener todo esto", indica el jefe de la Policía Local. Ha solicitado también permiso a la Fiscalía de Menores para proyectarles imágenes de los accidentes que podría provocar. "Son imágenes duras y para mostrárselas a menores de edad tiene que darnos permiso la Fiscalía. El objetivo es que vean que eso que les vamos a enseñar puede ocurrir y dejen de hacerlo", agrega a este diario el jefe de la Policía Local, Angel Carvajal.