Una fuga de gas provocó ayer el desalojo del número 2 de la calle Mulhacén, en Hispanoamérica. Una treintena de vecinos tuvieron que abandonar sus hogares sobre las nueve y media de la noche tras detectarse un fuerte olor a gas en la escalera común del edificio y en algunas de las viviendas.

El desalojo se produjo por iniciativa de los propios vecinos, que a continuación llamaron a los bomberos. "Olía muchísimo. Avisé a otros vecinos y decidimos salir a la calle sin encender las luces", explicó Manuel López. El gas provenía, según los primeros indicios, de la cocina del 2º D. Los bomberos corroboraron posteriormente que el escape había surgido en esta vivienda, donde los mandos de la cocina se encontraban presuntamente abiertos porque su incorrecto funcionamiento. El fogón fue sellado para evitar su utilización.

Los bomberos, con la colaboración de la policía local, inspeccionaron una a una las viviendas para medir si había concentraciones de gas y ventilaron las plantas más elevadas. Un técnico comprobó también la instalación. Tras garantizar que no había peligro, los vecinos pudieron volver a sus casas dos horas después sin que ninguno resultara intoxicado.