A la adjudicación en 2002 de la redacción del nuevo Plan General Municipal (PGM) se presentaron tres ofertas: Inzamac-Fundación General de la Universidad de Valladolid, Altais-Endecar-José Seguí y Prointec. El informe jurídico consideró que la primera de las ofertas se tenía que rechazar por parte de la mesa de Contratación porque proponía un sistema de información geográfica que era incompatible con el ayuntamiento, una deficiencia que no podía considerar como un mero error material que pudiese ser subsanado, sino como un claro incumplimiento de las cláusulas contractuales.

El informe de secretaría (jurídico) no tomó en consideración la oferta de Inzamac para valorar el criterio de los medios personales. La eliminación de Inzamac obligó a modificar la primera valoración de las ofertas económicas de los dos licitadores restantes. En esa primera valoración, la oferta que presentaba Altais-Endecar-José Seguí obtenía 19,61 puntos, mientras que la de Prointec lograba 16,19. Con la segunda valoración ambas quedaron empatadas en 18,36 puntos.

Ese cambio de la valoración económica fruto de la exclusión de Inzamac del concurso acabó siendo fundamental para la adjudicación, ya que la puntuación final que se proponía fue conceder a la Ute de Altais-Endecar-José Seguí un total de 79,6 puntos, mientras que a Prointec se otorgaban 80,3. Con la valoración económica inicial la Ute habría obtenido más puntos que Prointec.