Iván Paz De Clara se abrazaba ayer llorando a los amigos y familiares que le esperaban en la puerta del Hospital San Pedro de Alcántara, donde su mujer continúa ingresada, tras la cesárea de urgencia que se le practicó el martes por la tarde. "Desde el martes por la mañana sabía que las cosas no iban bien y que acabarían mal", insistía a todos ellos.