Los desguaces cacereños se verán abocados a partir del 1 de enero al cierre, al no poder cumplir las condiciones establecidas por el Ministerio de Medio Ambiente en el Plan Nacional de Vehículos al Final de su Vida Util. Al menos dos de los cinco desguaces situados en la capital y su extrarradio confirmaron ayer a EL PERIODICO que tendrán que cerrar sus puertas, por no afrontar las inversiones que tienen que realizar en sus instalaciones.

Jesús Domínguez, presidente de la Asociación Extremeña de Descontaminadores de Vehículos, dibujó ayer el negro panorama que se le avecina al sector: "Ningún desguace está preparado. Las inversiones que hay que realizar son muy altas y todavía no sabemos las ayudas que vamos a recibir". A pesar de ello, el responsable de este colectivo confía en que todavía se concedan las subvenciones y puedan llegar hasta el 25% del coste total de las reformas. "He invertido 600.000 euros (100 millones de pesetas) para trasladarme al polígono industrial de Malpartida, pero de momento todo ha salido de mi bolsillo", subrayó.

Las medidas previstas por el Ministerio de Medio Ambiente en este plan obligan a todos los propietarios de estas instalaciones a su conversión en Centros Autorizados de Recepción y Descontaminación (CARD), para adaptarse a las nuevos requisitos ambientales, y en los que se deberán depositar todos los vehículos fuera de uso. Con esta inciativa se da cumplimiento a las exigencias tanto de la legislación española como de la europea en esta materia.