Fuente Hinche, uno de los monumentos más clásicos de Cáceres, siempre ha estado ligada al oficio de las lavanderas, el trabajo más popular del siglo XVIII. Sin embargo, la zona de lo que fue esta fuente es ahora una alberca que acumula numerosa basura y suciedad, unas condiciones lamentables en esta parte de la ciudad muy distantes de las propiedades medicinales de sus aguas, según atestiguan algunos documentos de la época.

Botellas de plástico, bolsas y demás restos inorgánicos conviven en lo que queda del monumento con especies que aún permanecen allí, como alguna vaca e, incluso, pequeños renacuajos entre las inmediaciones de esas aguas insalubres que ahora rellenan la famosa fuente de Hinche.

Gabriel Polo, uno de los vecinos de la zona, asegura llevar mucho tiempo viviendo aquí. Polo comenta que sus padres acudían en busca de agua, "cuando existía el manantial", recuerda con cierta nostalgia.

En esa zona también ejercían su oficio las lavanderas que allí acudían. Estas mujeres aprovechaban el agua del manantial para lavar en las pilas, que según parece también han desaparecido. "Ahora no se sabe si están en el parque del Príncipe o enterradas por aquí", indica Polo señalando una de las zonas, que actualmente se encuentra totalmente abandonada.

Polo también afirma que "ya no se puede estar aquí", y que "antes venía gente a por agua, pero fíjense como está ahora", corrobora. "Está de pena", finaliza entre recuerdos.