Las obligaciones que el ayuntamiento tenía pendiente de pago al cierre de 2012 eran por importe de 31,7 millones, según la liquidación presupuestaria del ejercicio, cuyos datos son a fecha del 31 de diciembre. En esta deuda no están incluidas las operaciones de crédito a largo plazo con las entidades bancarias, que se van atendiendo según los plazos de amortización establecidos. El dato de 2012 mejora el del año anterior, que se cerró con obligaciones pendientes de pago por valor de 33,7 millones y también mejora el del año 2010, que fue de 36,7 millones.

La aprobación de la liquidación es una competencia de la presidenta de la corporación local, la alcaldesa, y el pleno de la corporación tendrá conocimiento de la misma en la sesión ordinaria que celebrará mañana (en la edición de ayer se publicó por error que la aprobación de la liquidación presupuestaria es una competencia del pleno de la corporación, cuando es de la alcaldesa previo informe de la Intervención del ayuntamiento).

Si las obligaciones pendientes de pago ascendían a 31,7 millones, los derechos o ingresos que el consistorio tenía pendiente de cobro al cierre de 2012 eran de 16,5 millones de euros, dato que mejora el de 2011, cuando los derechos pendientes de cobro eran de 24,3 millones de euros.

La diferencia que hay entre obligaciones y derechos en 2012 explica en parte el elevado déficit de tesorería con el que se cierra 2012. En este remanente negativo de tesorería para gastos generales también incide la parte del remanente líquido de tesorería ya comprometido para atender gastos con financiación afectada y que no puede destinarse a atender la diferencia entre obligaciones y derechos. El cierre con remanente negativo obliga al ayuntamiento a tomar medidas.