La segunda jornada de Extremúsika 2008 pasará a la historia del festival por ser la del combate de la música contra la lluvia. Venció la primera, pero con mucho sufrimiento sobre la arena mojada del hípico y el ferial. Cuando todo parecía perdido a las 17.30 horas de ayer debido al aguacero que obligó a suspender los conciertos durante 45 minutos, el sol hizo un guiño y permitió que las bandas pudieran volver a los escenarios hasta la noche. Fue el peor momento desde que se inició el festival, pero que demostró la fuerza de los más de 15.000 espectadores que se dieron cita ayer en el ferial, que aguantaron la tromba de agua bajo las carpas al grito de "hemos venido a emborracharnos, la lluvia nos da igual".

Y es que la sexta edición del certamen quedará, pase lo que pase, en la memoria y los cuerpos mojados de los asistentes, a los que las inclemencias meteorológicas no les quitaron las ganas de seguir bailando hasta el anochecer. De la imagen de la depresión poco antes de las seis de la tarde, con todo el público refugiado en las carpas situadas junto a los escenarios, se pasó una hora después a la euforia del directo con los extremeños Sínkope demostrando por qué se han ganado el respeto del rock español. La frase de Vito Iñiguez, el líder con parche en el ojo de la banda, no podía coincidir más con el momento: "A la lluvia le gusta el Extremúsika". Cuánta razón tenía.

A DESTAJO El trabajo de los técnicos y los servicios de limpieza funcionó. Eran las 18.15 horas y había dejado de llover. La música ganaba el primer asalto decisivo del día a la lluvia con la ayuda de los sufridos espectadores, pertrechados con botas de agua, chubasqueros, plásticos y todo lo que pudiera servir para no calarse. Las consecuencias de la suspensión sí provocaron un retraso en los horarios fijados en los dos escenarios del ferial. Con 40 minutos lo hicieron los aragoneses Violadores del Verso, hip-hop en estado puro, para dar gusto a sus seguidores mientras la luz volvía a hacer acto de presencia en el festival, sin que el viento frío lograra quitar a los espectadores las ganas de rapear.

Otra de las buenas noticias de la segunda jornada fue poder ver en acción a Garaje Jack y Engendro --versiones humorísticas del pop-- que tampoco defraudaron a los espectadores. El grupo cauriense Amenoskuarto, liderado por Luiqui, dejaron buen sabor de boca como en la edición del 2007. Los que peor lo tuvieron fueron los sevillanos Narco. Cuando estaban cerca de completar su concierto, se vieron obligados a abandonar el escenario por la tromba de agua que cayó sobre el ferial. Contundentes en sonido y letras, eran uno de los grupos más esperados de la jornada. Les queda una deuda con la afición para otro año.

El ska de la banda valenciana Obrint Pas había levantado los ánimos a la hora de comer, primer plato del menú que completaron Disidencia y Todos tus Muertos antes de que la lluvia dejara el espectáculo en suspenso. Mamá Ladilla y Saratoga, que no pudieron tocar en la madrugada del viernes por el mal tiempo, abrieron con antelación el escenario del hípico para satisfacer su deuda con los espectadores, deseosos de verles en acción.

FLAUTAS FRANCESAS A las ocho y media de la tarde, el recinto había recuperado la temperatura de las mejores tardes del festival. Aunque el viento y el frío seguían haciendo compañía a los espectadores, las flautas de Gwendal, venidas de la Bretaña francesa, y las versiones de metal de Dr. Snake rindiendo tributo a los míticos Whitesnake llevaban en volandas a un público entre charcos, aire y cerveza que se empezaba a olvidar por fin de la