La concatedral de Santa María volvió ayer a vivir una jornada intensa con el homenaje a la figura de la madre, otro de los actos tradicionales del novenario y que es aprovechado por colegios de la ciudad para realizar una visita a la patrona. Fue el caso del Sagrado Corazón, algunos de cuyos alumnos cantaron en la misa, o del ciclo de Infantil del Paideuterion, que realizaron una ofrenda floral. Hubo misas dedicadas a las madres a las nueve y diez de la mañana, ambas oficiadas por el deán de la concatedral, José Antonio Fuentes. La Virgen portaba un manto de raso natural, de color marfil, bordado a mano, a realce, en oro con topacios. Hoy comenzará el besamanto, a partir de las ocho de la mañana. Habrá mesa de ofrendas.