En la plaza de Italia María José saltaba a la comba, montaba en patines y jugaba a la pica, un juego que aunque tiene muchas variantes básicamente consiste en poner a todos los niños juntos y echar a suertes la elección del perseguidor. Una vez elegido, todos los niños corren y tratan de escapar a su persecución. Si éste toca a algún niño, le pasa la pica y el niño se convierte automáticamente en perseguidor.

A los 7 años María José dejó la plaza de Italia y se fue a vivir a la avenida Virgen de Guadalupe. Veía los payasos de la tele, el Un, dos, tres y La bola de cristal . Estudiaba en Las Carmelitas con María José Berzosa, María José Rosado y Susana González Barrera. María José estudió luego en el Norba, igual que Begoña Blasco. Le daba clase Pedro Simón Iglesias.

Pero lo que a María José realmente le gustaba era la moda, por eso se matriculó en la Universidad Laboral y estudió Diseño y Confección. Había cumplido los 18 cuando Nono, ahora batería de los Spanglish, rebautizó a María José Blanco, que a partir de entonces se convertiría en Pepa Blanco.

En realidad, María José tenía un punto de rebeldía porque siempre se estaba buscando a sí misma, hasta que conoció a Pepa y se encontró. A María José le gusta Pepa, porque Pepa es divertida, con personalidad y entregada a los amigos.

Pepa tiene hoy 43 años y es la Pepa Blanco de Muebles Santo Domingo, aunque Pepa fue una chica de la movida cacereña, que iba a La Machacona, al Rita y al Tubos. En aquel tiempo se pintaba las camisetas y las zapatillas, también las uñas --de mil formas y diseños--. Se cardaba el pelo y teñía sus mechones con rotuladores verdes y rojos. Maquillaba a los de LaBotika. La Machacona era su segunda casa.

Había entonces en Cáceres un movimiento creativo de la leche. Era la época de José León, Juanjo Narbón, Miguel Gibello, Santi y JuanRa (los de La Machacona), Chema, que también trabajaba allí... Y Tete, Curra Durán, Teresa Salas, Montaña León, Juanjo López, los Chacones , Paco Lobo y Marce Solís, que le mandaba a Pepa postales cuando Marce estaba en la radio en Canarias (todavía conserva un montón de ellas).

Pepa, que era modelo, organizó y participó en desfiles para la diputación, para la Sala Capitol, para la Casa de la Misericordia, para Elpidio y Leo, para Katy la de Tango... Pepa dice que Cáceres tenía entonces mucho color y que era muy divertido. Escuchaba a Nacha Pop, Los Pistones, Alaska y, cómo no, a Coup de Soupe (el grupo extremeño del Lusitania Express).

Pepa ha organizado el desfile de moda del festival Pop Art. El jueves en Barroco, el pub de David Vivas en La Madrila Alta, desfilaron Madelaine, Vanesa, Ana, María Eugenia, Beatriz (la sobrina de Felipe Ortega, el pintor que expone en TodoLibros) y nuestra Rita, esa peazo de musa de la movida de los 80 por la que no pasa el tiempo. Lucieron prendas de Mimetic, My Grandmother´s sofa y Pekas World.

En la pasarela

Antes del desfile acudimos a la Sala Belle Artes. El templo de la gauche divine cacereña se abrió esta vez para acoger la retrospectiva de la pintora Abigail Narváez, una obra muy fácil de ver en el mejor sentido de la palabra fácil. Vimos a la escritora Piti Corella, que acaba de volver de Cuenca, donde su amiga la pintora Victoria Santesmases tiene una casa colgante. Allí ha estado retocando los collages que está haciendo desde hace tres años. ¿Y cómo lleva Piti lo de ser mujer-abuela?: "Bueno, ha habido cosas que me han afectado más que eso, por ejemplo, pesar lo mismo y que todo se caiga cuando te pones los pantalones".

Estuvo la periodista Elisa Blázquez, a punto de marcharse a la feria de arte de Valencia con María Llanos. Vimos al pintor Hilario Bravo, al socialista Ignacio Sánchez Amor (nos gustó mucho su camisa), al tenor Alonso Torres, a Carlos Martín Mulas, editor de video de TVE en Extremadura. Se citaron igualmente José Luis Rodríguez Arias, Carlos Mardones, Mercedes Miranda, Luis Casero, Javier Solís, Paco Iberia...

Fue una sorpresa el reencuentro con Javier Madrigal, ahora detrás de Diversia, ese proyecto de nuestra universidad. Vimos a Javier con Jorge Villar y la siempre cercana María José Muriel, nuestros chicos del 2016.

En Belle Artes --JuanPe, Yiyo y Nena, gracias por los cócteles-- había muchas pegatinas de esas que dicen que a LaBotika le quieren cerrar LaBokita. El Bola , sin ir más lejos, la lucía en su solapa. Bola, actor del grupo teatral, asegura que la Consejería de Cultura los ha vetado en la gala del Pop Art. "Bola, dicen que son ustedes unos bokazas, que la Junta no los ha vetado, que les ha dado seis bolos". "Los bolos no nos los han dado, los hemos conseguido. Así que no somos nada bokazas, tenemos las bokitas bien pequeñitas". "¿Entonces... ya han dejado de querer a su querida consejeresa ?"."Ya hace tiempo". "Bola, pero qué pena que se acabe el amor ¿no le parece?". "Todo lo que empieza acaba, es ley de vida".

Ya en Barroco, estaban el músico Oscar Trigoso, el pintor Angel Sotomayor, que ha estado en Hoyos festejando San Lino, el segundo Papa de la historia, sucesor de San Pedro. "San Lino era honrado como todos los Papas". "¿Cómo todos?". "Sí. Soy papista, católico, apostólico y romano".

El peperío , incondicional al poperío , tampoco se perdió esta cita. Estuvimos con Jorge Carrasco, Antonio Pérez Toril, Marta Sánchez y Basilia Pizarro, que le encanta La Madrila porque allí conoció a su marido, José María Redondo.

Cañadul apaga ya sus luces. Y aunque han pasado 20 años, todavía hay noches especiales en las que La Madrila sigue teniendo mucha magia, esa que hizo que María José pudiera encontrar a Pepa.