Durante los campeonatos, los atletas extremeños compiten exactamente en las mismas condiciones que el resto, pero antes de salir a pista las cosas no parecen tan igualadas. Estos deportistas necesitan realizar ciertas pruebas técnicas que no pueden entrenar a la intemperie durante el invierno, parte del otoño y la primavera. Y puesto que la región no cuenta con ninguna pista o módulo cubierto, los atletas tienen dos opciones: o entrenan al aire libre a un nivel inferior que sus competidores y con riesgo de lesiones, o se marchan fuera.

De ahí la importancia del nuevo módulo de atletismo proyectado en la capital cacereña, que además se integra con otras dotaciones y servicios relacionados con este área, como el Laboratorio de Medicina Deportiva de la Universidad de Extremadura, para formar un centro de referencia del atletismo en Cáceres. Porque lo más llamativo es que, pese a las carencias, los atletas extremeños están situados entre los mejores del país. Por ejemplo M Antonia Duque, internacional en los Juegos del Mediterráneo y subcampeona de España absoluta en 60 y 100 metros lisos, o Enrique Márquez, subcampeón nacional absoluto de salto de altura e internacional. Pero también Víctor Rosas, internacional y subcampeón de España absoluto de 100, o Iván Román, bronce en el campeonato de España de salto de longitud.

Los de abajo llegan además con fuerza, como David Alonso y Sergio Torija, ambos plata nacional júnior en altura, Antonio Rosales, medallista en campeonatos de España júnior y juvenil en 200 y 400, o Fernando Rosales, podio en 400. La lista se alarga con deportistas de menor nivel que logran buenos resultados pese a no contar con las dotaciones precisas. De hecho, las instalaciones cubiertas más próximas están en Madrid, Sevilla y Valladolid, es decir, los atletas deben desplazarse 300 kilómetros para entrenar bajo techo, si no quieren hacerlo a 3 o 4 grados.

Un buen aprovechamiento

Según los cálculos de la Federación Extremeña de Atletismo, --que preferiría una pista cubierta en lugar de un módulo para poder albergar competiciones o concentraciones de la selección nacional--, la futura instalación de Cáceres beneficiará a un buen número de atletas: los vinculados a la residencia de la Ciudad Deportiva, en construcción, y los controlados por la propia federación. "Ahora habrá que poner el énfasis en que haya buenos entrenadores y se formen grupos de alto nivel que sirvan de referencia a todos los atletas que vayan llegando", explica el fondista Pablo Villalobos.