Habla sin tapujos de la noche cacereña, de la que participa como programador de conciertos en el pub Lacuerda, uno de los locales de moda. Pero Diego Barriga no se conforma: esta noche (21.30 horas, calle Doctor Fleming) inaugura en el pub Cañadul una exposición de arte pop basada en la técnica del retoque fotográfico.

--Está en todas las salsas...

--Estoy desde hace 25 años. Me he criado culturalmente hablando en la música y me ha gustado siempre mucho la pintura, para la que uso las herramientas de las nuevas tecnologías. He dedicado la exposición al arte pop, que viene de mis comienzos en la música.

--¿Cómo fueron esos tiempos?

--Pasé por muchas etapas. Me crié con la movida del pop español. Los discos de mi mujer de los 80 me sirvieron de puente de mis gustos del rock al pop. La creatividad de los 80 fue la lanzadera de lo que vino después.

-¿Qué ha quedado de aquello?

--Poco, casi nada. En Cáceres están naciendo nuevas bandas con nuevos proyectos, pero reflejados en lo que pasaba en los 80. El arte pop y la música y la moda de los 80 han vuelto a estar de moda. Todo se recicla.

-- Photoshop-art , título de su exposición, sugiere muchas horas delante del ordenador...

---Muchísimas. El arte pop relaciona la vanguardia americana neoyorkina de los 70 con el mundo del rock y eso me gusta. Estuve en casa encerrado un año por un accidente y trabajé con Photoshop fotografías de músicos famosos, folclóricas como Lola Flores y tributos a Warhol.

--¿Cómo está de salud la movida de la ciudad?

--La movida de Cáceres está fatal, pero no porque nos cierren los bares. A mí me han hecho un favor cerrando temprano. Yo me quiero ir a casa a las tres y no a las diez de la mañana. Hay que concienciar a la gente que sale de copas, como pasa en cualquier ciudad grande, de que pueden ver un concierto cualquier día de la semana a las nueve de la noche y terminar a las once. La oferta es nefasta. En el 95% de los bares suena lo mismo. No hay propuestas de clubs de baile, de música negra o electrónica.

--¿Usted qué puede hacer?

--Ya lo estoy haciendo. Dirigiendo la producción musical y la contratación de los grupos del bar Lacuerda con una oferta de tres actuaciones durante jueves, viernes y sábados. Intentamos cambiar la música, dando un abanico musical amplio y atractivo. El bar funciona y la gente aguanta por la fórmula.

--¿Está hablando de crear nuevos hábitos?

--La cultura del botellón , que nació aquí desgraciadamente, no lleva a nada, a juntarte en la calle, a charlar y a beber. Esa cultura se ha transportado a los bares chabacanos con música mala. Ni siquiera hay decoración como antes.

--¿De qué está harto?

--De la gente que no entiende o no quiere entender. No solo vas a tomar copas para emborracharte. Puedes ir para enriquecerte también de la propuesta que tiene el bar. Hay mucha gente a la que le da exactamente igual lo que haya.