En el año 2005, un grupo de amigos ligados al colegio Mayor Francisco de Sande fundó un coro para satisfacer sus inquietudes musicales. Entonces eran sólo unos cuantos. Un puñado de personas que tenía en la música una de sus pasiones. Ahora, diez años después, el coro, que tomó prestado el nombre de esa residencia universitaria, lo integran más de cuarenta personas e interpretan un repertorio que incluye diversos estilos y épocas y que abarca más de cien canciones.

«¡Pero somos amateurs eh! No profesionales...», afirma María Victoria Rodríguez, su presidenta, en conversaciones con este periódico. Por la trayectoria que ha seguido el coro en la última década no lo parece. Muchos territorios de la geografía española han sido ya testigo de sus actuaciones. Y también internacionalmente, pues la agrupación ha ofrecido sendos conciertos en Estrasbrugo y en Bruselas. Y en las instituciones comunitarias. «Fue genial. Fuimos al Parlamento Europeo a defender la candidatura de capital cultural de Cáceres 2016», recuerda Victoria.

Pero la hoja de destinos del coro Francisco de Sande no acaba aquí. En el verano del 2011, efectuó el viaje ‘Cantando por las catedrales’, en el que actuó por los templos religiosos más importantes de la península. Y en 2015, realizó una especie de gira por tierras francesas que lo llevó a calles y mercados y también a castillos como el de Chenonceau o el de Amboise (ambos en el valle del Loira). También ha cantado en la Universidad de Coimbra, en Portugal, o en la también emblemática ciudad lusa de Oporto.

Pero sus componentes no se quieren refugiar en lo conseguido en el pasado. Por ello, dos veces a la semana en sesiones de hora y media. «Algunas veces repasamos canciones antiguas, otras nuevas, otras las voces...», cuenta Victoria. Lo hacen, además, en la residencia Muñoz Torero. «Nos han acogido muy gentilmente», afirma. Ahora, dice, necesitan gente joven y tenores, por lo que anima a todo los interesados a probar suerte.

El acto principal del año del Coro Francisco de Sande es un encuentro nacional de Corales. La próxima edición será la novena. «Suele ser en junio. Además, las corales que nos visitan nos suelen invitar a nosotros y tenemos muy buenas relaciones», cuenta Victoria. También disponen de página web donde informan de sus actuaciones y de las noticias referentes a su grupo.

Los componentes del coro señalan las diferencias entre sus comienzos en el 2006 y los tiempos actuales. «Hay más herramientas para poder aprender las canciones. Ahora usamos también el MuseScore, un programa informático que permite separar distintas voces o unirlas más intensamente. Un programa como ese permite mucho aprendizaje fácil», manifiestan.

María Victoria vuelve a hablar del presente. «Cantamos por encargo y tenemos conciertos de muchos tipos; en comuniones, en bodas, por muchos pueblos...». A algunos cacereños, además, les podrán sonar sus voces, pues han actuado en dos ocasiones en el pregón de la Virgen de la Montaña. También en Semana Santa. «Hemos colaborado con la Junta de Cofradías. En general, intentamos colaborar con todo el que nos lo pide», garantiza la presidenta.

Y, como todas las grandes agrupaciones musicales, necesitan un guía. Una batuta que los dirija. Ahora lo hace Pilar Pereira Martín, Licenciada en Filología Hispánica y titulada profesional de música en la especialidad de Canto en el Conservatorio ‘Hermanos Berzosa’, de Cáceres. Antes lo hicieron Tomás Sánchez, uno de los fundadores de la iniciativa, y Mariluz Orozco. Pereira es la que más tiempo lleva en el cargo y ya va por su sexto año al frente del coro Francisco de Sande.

«Nos lo pasamos muy bien. Somos un grupo muy salado, con esas letras. Hay otras actividades lúdicas y compaginamos. Al final, no somos un grupo que canta, sino uno de amigos sobre todo. ¡Y somos un coro con un pasado, mucho presente y muchísimo futuro¡», finaliza esperanzada María Victoria. El Coro Francisco de Sande está de enhorabuena. Que cumpla muchos más.