Una decena de personas con discapacidad visual pertenecientes a la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) cultivarán huertos de ocio que han sido cedidos por el Ayuntamiento de Cáceres, dentro de un proyecto de integración social y de accesibilidad que busca la normalización de la vida de estas personas que se encuentran sin actividad laboral, bien por jubilación o por la propia discapacidad.

A través de un convenio entre ambas entidades, la Universidad Popular (UP) de la capital cacereña ha cedido a la ONCE una parcela de unos 150 metros cuadrados situada en el solar de El Carvajal, donde ya hay otros 34 huertos de ocio propiedad del consistorio cacereño. Estos se suman a otros tantos en otra parcela situada en el entorno del antiguo molino de aceite de la Ribera del Marco y en los que, en total, participan unas 80 personas que cultivan sus propias cosechas de hortalizas y frutas.

En la presentación de este acuerdo, la alcaldesa de la ciudad, Elena Nevado, ha destacado que ahora estos huertos se convertirán también "en un lugar de convivencia" cuyo nexo de unión serán las labores propias de la agricultura ecológica que se desarrolla en estas parcelas y con las que se contribuye también a la recuperación de los recursos naturales de la zona.

Nevado considera que esta iniciativa es "un ejemplo para otras ciudades" ya que estas personas cultivarán sus huertas de forma totalmente inclusiva junto al resto de agricultores del proyecto.

Por su parte, el delegado territorial de la ONCE en Extremadura, Fernando Iglesias, ha ensalzado la importancia de iniciativas como esta para conseguir la "plena inclusión de las personas con discapacidad visual" y ha recordado que se contará con monitores que les irán guiando en los quehaceres tradicionales de la agricultura pero que, sobre todo, se dejarán llevar "por el sentido común".

"Habrá que conocer el terreno, saber dónde están las zanjas, las acequias de riego y todo eso. Aplicaremos las mismas técnicas de orientación y rastreo que en un entorno urbano pero adaptadas al campo", ha explicado Iglesias, quien ha hecho hincapié en que los tomates y las lechugas se plantarán de una forma diferente pero "se llegará al mismo resultado", que será la recolección de la cosecha.

La próxima semana ya acudirán las diez personas que han sido seleccionadas por la ONCE para participar en este proyecto que tiene la doble vertiente de potenciar la agricultura ecológica y los métodos tradicionales de cultivo y fomentar la plena inclusión en la sociedad de personas con discapacidad.

La cesión de este huerto de ocio es por un año aunque se puede prorrogar por otro periodo agrícola más. Tanto la alcaldesa como el delegado territorial de la ONCE han recordado otras colaboraciones que han realizado ambas entidades en pro de la accesibilidad y la inclusión social.