Llevar flores a familiares o amigos ingresados en un hospital, sobre todo a quienes lo están por haber dado a luz, es muy habitual, casi una tradición que en Cáceres está prohibida.

La imagen de ramos alegrando las frías habitaciones del San Pedro de Alcántara, en especial las de las nuevas madres, es hoy un imposible. "Si llegas al hospital con un ramo el guarda de seguridad te da el alto para indicarte que está prohibido entrar flores", explica Adela, una cacereña enojada a la que le ha sido imposible felicitar con flores a una amiga por el nacimiento de su primer hijo.

A las quejas de los usuarios se suma, aún con más fuerza, la de los floristas cacereños, a los que esta prohibición les molesta por las mismas razones que al resto de los ciudadanos --no entender el porqué-, pero también por suponerles importantes pérdidas económicas.

Estas podrían cifrarse en unos 1.200 euros diarios --120 euros al día en cada floristería de la ciudad-- si se tienen en cuenta los datos facilitados por la propietaria de una céntrica tienda cacereña. Esta señala: "Antes de la prohibición yo podía enviar diariamente al hospital unos cuatro ramos de flores de unos 30 euros cada uno, y si se multiplica esta cifra y la resultante por 10, que son las floristerías que hay en la ciudad, está claro que estamos teniendo perdidas muy importantes".

Opiniones dispares

Sanidad justifica esta norma por motivos preventivos y asegura que "es una recomendación, no una prohibición rígida". Según el punto de vista sanitario, "las plantas pueden ser focos de infección y generar problemas alérgicos". Los floristas cacereños, en cambio, no acaban de entenderlo y siguen esperando explicaciones.

Para ello, para tratar de conseguir una explicación del porqué de esta prohibición, que además en nuestra región sólo existe en los hospitales de Cáceres y Navalmoral, solicitaron en mayo pasado una reunión con el gerente del Area de Salud de Cáceres, "pero como aún no hemos tenido respuesta, la hemos vuelto a solicitar", indica María Luisa González. María Luisa recuerda que fue hace años cuando se impuso la prohibición de entrar flores en el hospital: "Al principio sólo se prohibieron las plantas con tierra, algo que vimos razonable, pues éstas sí podían generar problemas higiénicos; luego sólo se permitía entrar flores a maternidad, lo que ya no nos pareció tan razonable; y al final la prohibición se hizo extensiva a todo el hospital".

Los floristas no entienden el porqué, opinan que no existen razones de peso e insisten en indicar que prohibir entrar flores en el hospital les supone a los proesionales cacereños unas importantes pérdidas económicas.