La multinacional inglesa David Lloyd Leisure abrió en 1982 su primer centro social deportivo de alto standing y ya ha inaugurado 65 en Europa.

En España lleva uno en Barcelona, negocia la apertura del segundo en A Coruña y busca clubes ya abiertos para gestionarlos o terrenos para construir centros deportivos en 40 ciudades españolas donde predomine el ambiente familiar, el espíritu deportivo, el culto al cuerpo y un tejido social con poder adquisitivo medio-alto.

En resumen, la multinacional David Lloyd Leisure busca ciudades felices y pocas hay como Cáceres donde su inversión sería un éxito. Aquí, lo de los cuerpos Danone ya se inventó en 1955, cuando se inauguró la Ciudad Deportiva José Sanz Catalán: costó 10 millones y desde el primer día quedó claro que la novedad funcionaba.

Nadar en La Colina

Pero aquella mezcolanza de unos y otros haciendo deporte pronto rechinó. Empezaron a surgir los clubes privados dotados de piscinas y campos de tenis, que marcaron enseguida una frontera social entre quienes nadaban y se ejercitaban físicamente en la Ciudad Deportiva y quienes lo hacían en La Colina o el Club de Tenis.

La ciudad feliz descubrió rápidamente que el culto al cuerpo era un campo abonado para ese gusto tan cacereño por la diferenciación social, que hoy ya no se percibe en la calle, pero sigue marcando la vida ciudadana y ahora se ha trasladado también a los gimnasios.

Según las guías telefónicas, en la ciudad feliz hay 12 gimnasios, pero sólo dos de ellos son lo más de lo más. Ambos están en la milla de oro , en Rodríguez de Ledesma, y son el Sport Club Sototerra y el Príncipe Fitness Center. En el gimnasio Fratres, en el Mocara o en el Norba, pierdes igual calorías y liberas tensiones, pero no es lo mismo.

Lo más de lo más es el Fitness, donde cuentan las asiduas que cada día usan una malla distinta para estar a la altura del ambiente sport elegance que rezuma por doquier. El Sototerra también es del tipo finura total, pero algo más barato y, explican las expertas, con un rollito más de colegas... Selectos, pero colegas.

Parece ser que lo más molón en los atardeceres de la ciudad feliz es castigarse el body con intensidad, a la par que delicadeza, en los gimnasios chic y después juntarse con los vecinos en el R66 a jugar un Scalextric , lo cual supone una novedad absoluta en el campo del ocio social europeo desconocida hasta para la multinacional David Lloyd .

De todas maneras, lo que revolucionará la alta sociedad deportiva de la ciudad feliz será el Spa del Perú, que pronto ofertará sus canales térmicos, su hidromasaje, su lima, su sauna-c... Será el final de un proceso que comenzó, popular y abigarrado, hace 50 años en la Ciudad Deportiva y culminará, exclusivo y sofisticado, en el Circuito Technogym del Perú.