La Diócesis de Coria-Cáceres ordena retirar el amianto de la cubierta de la iglesia de Fátima por la seguridad de los fieles. Desde el próximo lunes la parroquia se someterá a una reforma de envergadura que la mantendrá cerrada durante seis meses (probablemente hasta enero). En ese tiempo toda la actividad del templo se trasladará a la capilla del colegio Nuestra Señora de la Asunción ‘Josefinas’ (a ella se accede por la calle Padre Eladio Mozas).

En concreto se va a actuar tanto en el templo como en la antigua capilla y el edificio de aulas, donde se dan las catequesis. Todas estas dependencias cuentan con una cubierta de fibrocemento sin ningún tipo de aislamiento y con bastantes problemas de estanqueidad. El fibrocemento lleva, como elemento de cohesión, fibras de amianto (también llamado asbestos): «Se ha detectado el alto grado de toxicidad que presentan estas placas sobre todo al ser manipuladas, con el ánimo de lograr un mayor grado de estanqueidad, aislamiento y colaboración con el medio ambiente se propone la sustitución de todos los elementos de fibrocemento y el desamiantado total del conjunto parroquial», indica la diócesis.

La actuación comenzará por la cubierta, con el objetivo principal de solucionar los problemas de humedades. Pero, aprovechando que se iba a desarrollar esta obra, la diócesis ha determinado, «por la salud de los fieles y por la conservación del medio ambiente», retirar este material que, según las nuevas normativas ya no puede instalarse. La decisión se toma a pesar de que la legislación no obliga a quitar las estructuras ya construidas; asesorados por un grupo de especialistas, entre los que se encuentran arquitectos. Tras la actuación los techos pasarán de ser negros a tener un color marrón.

SE CAMBIARÁ LA CALEFACCIÓN / Además se aprovechará esta actuación para sustituir el sistema de calefacción. En la actualidad para el calor se utiliza una caldera de gasóleo del año 1974, que es de «escasa potencia, rendimiento y contaminante». De esta manera el sistema se va a sustituir por gas natural y placas solares, con el objetivo de conseguir el autoconsumo y la eficiencia energética en esta parroquia cacereña.

La iglesia de Fátima se levantó sobre un edificio construido en los años 70 por el arquitecto Dionisio Hernández Gil, en colaboración con el que fuera arquitecto municipal Manuel García Creus. La consagración del templo tuvo lugar el día 4 de Febrero de 1975.

El fibrocemento es una mezcla de cemento pórland y amianto que se utilizaba en la construcción de los años 70, cuando precisamente se levantó esta iglesia. Se usaba sobre todo para el aislamiento de los edificios, aunque también para la ejecución de canales, depósitos y conducciones de agua. En España se prohibió su fabricación en el año 2002, aunque la normativa no obliga a retirar las estructuras que ya existan, que se pueden mantener hasta el final de su vida útil.

PROBLEMAS DE SALUD / Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo este material tiene un ciclo de vida de entre 30 y 50 años. En el caso de quererlos retirar antes de que finalice su vida útil será necesario contar con empresas especializadas para proteger la seguridad de los operarios y asegurar una retirada que no contamine. Aunque en realidad el mayor riesgo se da si el material está deteriorado, porque la disgregación de sus fibras pueden inhalarse y provocar problemas respiratorios. Por eso, el hecho de que la iglesia de Fátima lo tenga en su cubierta no supone una alarma, al menos hasta ahora.

La exposición continua al amianto puede provocar cáncer de pulmón, de hecho la Organización Mundial de la Salud considera que este material es un carcinógeno, como lo es también el tabaco. También puede generar mesotelioma maligno, otro tipo de cáncer que afecta a la pleura y al peritoneo; o absteosis, una enfermerdad que consiste en el desarrollo de una fibrosis pulmonar por la inhalación de este material. Los síntomas pueden aparecer 20 o 30 años después de haber manipulado este material.