La residencia universitaria Francisco de Sande retrasa un año su apertura. La previsión que estimaba que el edificio iba a reabrir sus puertas en 2018 sumará otro curso más, hasta el de 2019. Así lo anunció ayer la presidenta de la Diputación de Cáceres, Rosario Cordero, que justificó la demora a trámites relacionados con el ayuntamiento. En concreto, la responsable de la institución provincial alega que la tardanza en la concesión de «las autorizaciones municipales» han hecho «inviable que se pueda construir dentro del presupuesto». No obstante, Cordero insistió en que el proyecto cuenta desde desde septiembre con los permisos del ayuntamiento y que las partidas previstas se incluirán en el próximo presupuesto de la institución para que continúe la inversión.

De este modo respondió la presidenta de diputación a las críticas del PP provincial sobre el retraso en la apertura de la residencia que «no aún ha licitado la reforma ni ha comenzado la obra». El portavoz popular en la institución provincial, Alfredo Aguilera, lamentó ayer que la presidenta está «más pendiente» de «remodelar» su equipo y «colocar a gente afín al PSOE» que de gestionar la provincia e «invertir» en la ciudad, «la gran olvidada de la Diputación provincial y de la Junta». En ese sentido, criticó que dos candidatos a la secretarías generales socialistas son miembros de la diputación Provincial,

«designados a dedo» y sentenció que «se cae una inversión de cuatro millones para la ciudad de Cáceres; ni habrá museo ni la Casa de los Pereros será una realidad antes de que acabe el mandato de Rosario Cordero». Por su parte, la presidenta reprochó las críticas a los populares y recriminó que se trata de «algo que ellos cerraron, que cerró el PP y dejó sin oportunidad de educación a las rentas más bajas de la provincia». «Si ellos no lo hubieran cerrado, no estaríamos hablando de la apertura», concluyó.

INMUEBLE HISTÓRICO // Cabe destacar que el colegio mayor cerró durante la legislatura de Laureano León al frente de la institución provincial. La diputación justificó la clausura en que era «insostenible» económicamente y presentó un proyecto para adaptar el edificio para fines culturales. La siguiente legislatura, la que preside Cordero, descartó la propuesta de León y retomó la idea primigenia como residencia para estudiantes, pero con matices. «Es un proyecto totalmente nuevo que no tiene nada que ver con lo que antes era el colegio mayor, no solo va a ser una residencia universitaria sino también una oportunidad de alojamiento para estudiantes de idiomas», reiteró de nuevo Cordero ayer.

La previsión de partida anunciaba una inversión en 2016, que se demoró a este año. El argumento que esgrimió en su momento que «las dificultades que presenta la Casa Pereros, el inmueble histórico donde se ubicaba el colegio mayor, en cuestiones de urbanismo provocaron que se retrase la redacción del proyecto». Finalmente, el proyecto posterga otra anualidad más la inversión al presupuesto, hasta 2018, para que «los jóvenes puedan tener en el curso 2019-2020 un colegio mayor al que puedan acudir independientemente de la renta de sus padres».