La diputación abre expediente a 45 bomberos por acudir en uniforme de trabajo y proferir "insultos o desconsideraciones" en el pleno del pasado 30 de diciembre. Una resolución presidencial estima que tales hechos, "de resultar probados, podrían ser constitutivos de falta establecida en el acuerdo que regula las relaciones de los funcionarios y la corporación provincial, lo que daría lugar a las sanciones correspondientes". El diputado del Sepei, José Félix Olivenza, explicó ayer que el encargado de determinarlas será un instructor nombrado por el presidente y que éstas podrían oscilar entre la más leve --una amonestación--, la suspensión de empleo y sueldo por un tiempo determinado y hasta la separación del trabajo.

Según la carta remitida a los agentes afectados a la que tuvo ayer acceso este diario, se les ha identificado tras visionar el vídeo de la sesión plenaria. En esta misiva aparece el listado de los 36 bomberos que asistieron "con prendas del vestuario que forman parte de su equipo de protección individual, con lo que presuntamente incumplen lo establecido en el reglamento del Sepei" aprobado en sesión plenaria en mayo de 1997. Este establece que el material de servicio sólo puede ser utilizado para los fines propios del servicio.

POR INSULTOS Asimismo, la resolución incluye otra relación de nueve agentes que, según la diputación, "efectuaron presuntos insultos o desconsideraciones hacia el presidente y el diputado del Sepei, que pueden verse en las imágenes grabadas".

Sin embargo, los bomberos entendieron ayer esta decisión del gobierno provincial como "una amenaza más" desde que se iniciaron las movilizaciones para mejorar sus condiciones laborales y salariales. Joaquín Fernández, portavoz del colectivo, aseguró que "la respuesta de la diputación, en vez de sentarse desde el principio a hablar y llegar a acuerdos, es sencillamente la amenaza y la amenaza".

Cerca de un centenar de bomberos volvieron a acudir ayer al pleno ordinario en señal de protesta, durante el que desplegaron pancartas pidiendo las dimisiones del diputado José Félix Olivenza y los técnicos del Sepei José María Acosta y Alfonso Canal. Antes de la entrada al pleno se produjo una situación paradójica: un grupo de agentes coincidieron en Santa María con Genaro Sánchez, anterior jefe de servicio del Sepei, al que pidieron su vuelta.

La sesión plenaria transcurrió sin incidentes y con total normalidad. El presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, pidió una sola vez a los bomberos que se mantuvieran en silencio y esta vez no hubo ni gritos ni insultos como el pasado 30 de diciembre. A diferencia de aquel pleno, la mayor parte de los agentes llevaron puestos chalecos reflectantes y portaban un folio con la frase: "Yo también estuve", en alusión a la sesión de diciembre. Algunos vinieron disfrazados también con narices postizas.

SOLO PROFESIONALES Pero la clave de la protesta de ayer estaba relacionada con la sospecha que tiene el colectivo de que la diputación quiere incorporar a bomberos forestales a la categoría de funcionarios sin necesidad de una oposición. Fernández aseguró que estos agentes van a trabajar en breve en los parques con la categoría de auxiliares y que el diputado del Sepei ha anunciado a los sindicatos que su objetivo es someterlos a un proceso de reciclaje para que acaben siendo profesionales. "Aunque lo desmiente, es una de las cuestiones a las que nos oponemos rotundamente", subrayó.

En cuanto a la apertura de nuevos parques, este portavoz se mostró partidario de que este año se abra el de Valencia de Alcántara con interinos y apuntó que seguirán acudiendo todos los meses a las sesiones plenarias.