La Diputación se plantea asumir la organización del Festival de Cine Fantástico y de Terror de Cáceres, suspendido este año tras diez ediciones por la falta de acuerdo entre la institución provincial, principal patrocinadora de la convocatoria, y el director del certamen, Diego Morán.

El proyecto, iniciado por el colectivo audiovisual El Banquete de los Mendigos, de Malpartida de Cáceres y ya desaparecido, fue asumido hace tres años en solitario por Morán con el objetivo de promocionar el cine fantástico a través de proyecciones y otras actividades, principalmente destinadas a escolares. La convocatoria venía celebrándose en los últimos años tras la clausura del festival solidario de cine español.

Morán explicó a este diario desde Valladolid, donde se encuentra residiendo desde hace unos meses por motivos personales, que propuso a la diputación que le contratara durante tres meses para hacerse cargo de la organización. "No ha habido acuerdo económico para hacer crecer el festival", respondió, sin precisar qué incremento habría necesitado en el presupuesto, en el que también colaboran la Junta y la Universidad de Extremadura. Morán aclaró que estaba solo al frente del festival y que había pedido esa contratación para poder dedicarse a él en exclusiva. Antes de marcharse a su nuevo destino, Morán trabajó en la Filmoteca de Extremadura.

Por su parte, Silvia González, diputada provincial de Cultura, afirmó que la convocatoria tuvo un coste de 40.000 euros en la edición del año pasado. Indicó que la propuesta de Morán hubiera "triplicado" el presupuesto ya que, además de la contratación como director, incluía también "los gastos de gestión y organización" del festival. Sin embargo, González apuntó que la diputación no descarta organizar la XI edición del certamen: "No cerramos la puerta", dijo.

EN SOLITARIO Morán afirmó también que no tenía intención de seguir adelante con el certamen al haberse trasladado fuera de Cáceres, a lo que se añadía la falta de interesados: "Nadie ha querido coger el testigo", afirmó.

Para el director, la pérdida del festival deja a la capital cacereña sin uno de sus referentes en el panorama nacional del cine. "Era una cita consolidada, por detrás de otros festivales del género fantástico y de terror como San Sebastián o Sitges", aseguró.

Morán dejó clara su intención de evitar "cualquier polémica" con las instituciones que han colaborado con el certamen. Apuntó que éste "ha servido para mostrar películas que no se podían ver en salas comerciales" y acercar el cine fantástico a los centros educativos.