TEtsto de ser diputado se está poniendo feo. La crisis no respeta a nadie, ni siquiera a los padres de la patria, aunque sea la patria chica. El Presidente de la Asamblea anuncia recortes en los gastos y congelación de sueldos. Cincuenta y cinco de los sesenta y cinco diputados tendrán que conformarse con cobrar seis mil euros al año, kilometrajes y dietas aparte. Algo que no se entiende, porque si cobran por asistir a sus obligaciones ¿ por qué cobran un sueldo? Para pasar el mal trago les colocarán unas fuentes pues ya no tomarán agua embotellada, porque sus estómagos son tan delicados que hasta hora solo bebían agua embotellada. Los minerales de tal agua les permitían hablar por los codos incluso por teléfono. Desde ahora solamente podrán hablar hasta 250 euros al mes, que ya es hablar, sin distinción de sexo. Y nada de angulas o mejillones al vapor. El plato del día. Esto es una desconsideración hacia los diabéticos, embarazadas y lactantes. No me extraña que en el próximo recorte les despachen con un bocata de jamón. De York, naturalmente. Claro que peor lo tienen los escoltas que no cobrarán dietas y se tendrán que apañar con la tartera que les prepare la parienta. Y con todos estos sacrificios se pregunta uno si sus delicadas osamentas podrán aguantar un viaje en transporte público y en clase turística para encima estar obligados a dormir en un hotel de no más de 90 euros noche. Me parece que se ahorraría más si durmieran en tienda de campaña. Y si viajarán en transporte púbico ¿para que quieren treinta aparcamientos en la Asamblea? Para ahorrar porque también les pagaban el aparcamiento. ¿ Y si no fueran necesarios sesenta y cinco diputados?