Acondicionar el edificio es la principal preocupación de los miembros de la Asociación de Discapacitados de Extremadura (Adex) y así se lo comunicaron ayer a los representantes de las principales instituciones regionales (Junta Extremadura, ayuntamiento y diputación) durante una visita organizada por las instalaciones del centro, situado en Ronda de la Pizarra, la calle donde se celebra cada miércoles el mercadillo.

El inmueble albergó en los años 80 la Escuela de Las Trescientas, un colegio público de Educación Primaria que quedó en desuso cuando se construyó La Hispanidad, en la avenida de Las Delicias. Desde 2002 es la sede de esta asociación, pero las instalaciones siguen igual: "hay muchas humedades y en invierno entra frío por las ventanas", se quejó el director de la organización, Carlos Clemente.

Adex trabaja para rehabilitar física, psíquica o sensorialmente a discapacitados y a ancianos, potenciando las capacidades residuales mediante diferentes técnicas como rehabilitación, fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia o psicoterapia. También luchan por conseguir su integración y normalización: "atendemos a 120 socios y a sus familias. Sobretodo son personas que han sufrido ictus y hemiplegias", explicó el responsable.

La falta de fondos es la mayor preocupación de estos discapacitados, que ha obligado a suspender el programa de inserción laboral y provoca un vaivén constante de profesionales. En ocho años han pasado 60 trabajadores diferentes: "no podemos ofrecerles un sueldo en condiciones y la mayoría se marchan. Esto es perjudicial para los asociados. Aquí se crean vínculos muy fuertes que hay que romper", señaló el responsable de Adex.

La visita sirvió para que las instituciones tomaran conciencia de la situación. La alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, prometió que el gobierno "intentaría" proporcionarles el próximo año dos furgonetas para el transporte de los usuarios, algo de lo que la asociación carece. "Transportamos a los socios en nuestros propios coches", aseguró el director de Adex.