Juan Manuel Trigoso, Juan Luis García, Milagrosa Cordero y José Antonio García ya pueden montarse en un autobús. Todos son discapacitados, pero desde hace un mes ya no necesitan ayuda de terceros para subirse al bus. El ayuntamiento ha mejorado con 120.000 euros una veintena de paradas de la ciudad para que los conductores de autobús puedan utilizar sin problema las plataformas extensibles, que facilitan el acceso a los discapacitados y a las personas que circulan con carritos de bebé. Evitan que una persona con movilidad reducida tenga que levantar su silla de ruedas para entrar en el bus. Con el nuevo sistema la plataforma se apoya en el suelo y hace de rampa por la que las personas de este colectivo pueden subir sin problema.

Hasta ahora estas rampas, aunque existían, no podían usarse, debido a que las marquesinas no contaban con las infraestructuras adecuadas para ello. El acerado se encontraba demasiado alejado de la calzada, lo que impedía que el conductor pudiera acercar el vehículo hasta la acera para apoyar la plataforma. Desde la calzada es imposible hacer esta operación, ya que la rampa extensible no tiene la longitud suficiente como para llegar hasta el suelo.

El problema se ha resuelto hace escasamente un mes con la ampliación de los acerados de las marquesinas, que ahora ocupan una parte de la calzada, y con la instalación de unas plataformas de hormigón y chapa prefabricadas. De momento esta actuación se ha llevado exclusivamente en 24 paradas: "es solo una primera fase. La intención del ayuntamiento es hacer la misma operación en todas las paradas para facilitar todo lo posible la accesibilidad de los minusválidos", señaló el edil de Desarrollo Local e Infraestructuras, Miguel López, cuya concejalía ha sido la responsable de esta actuación.

Estas nuevas infraestructuras tienen además un doble sentido, ya que la presencia de los soportes prefabricados o la ampliación de acerados impedirán que los coches estacionen en las paradas, lo que contribuirá a mejorar el tráfico de la ciudad: "los coches estacionados en las marquesinas no solo dificultan la circulación, sino que impiden también el acceso de los discapacitados, a los que les resulta difícil evitar tantos obstáculos", reconoció el concejal de Infraestructuras.

PARADAS El ayuntamiento ha llevado a cabo esta actuación en 24 paradas de autobús de la ciudad. Concretamente en los números 24 y 42 de la avenida Ruta de la Plata, en la calle Londres --a la altura del centro comercial Ruta de la Plata--, en los números 8 y 42 de la avenida Pierre de Coubertain, en la avenida de la Hispanidad --junto a los juzgados y junto al edificio Multiusos--, en la avenida Isabel de Moctezuma --a la altura del colegio Giner de los Ríos--, en el puente San Francisco y en la avenida Virgen de Guadalupe --frente al colegio Las Josefinas--. Además, hay tres más en la avenida Isabel de Moctezuma, dos en la avenida de Alemania, dos en la calle Simón Benito Boxoyo y otras dos en la avenida Héroes de Baler.

Juan Manuel Trigoso quiso probar esta nueva fórmula ante las cámaras de EL PERIODICO: "antes necesitábamos ayuda de la gente para subir a un autobús. No solo es un adelanto, sino una normalidad". El lo sabe bien, ya que se quedó inválido después de un fuerte accidente de tráfico que le hizo estar en coma varios meses.

Tras él subió por la rampa Juan Luis García. Su silla no era eléctrica y necesitó un pequeño empujón de su cuidadora para llegar al bus: "me cuesta porque se resbala", dijo García, que también sufrió un accidente de tráfico: "ser discapacitado no es tan malo. Pero tienen que cuidar más de nosotros", añadió. Milagrosa Cordero es más callada. No contó su enfermedad porque le costaba articular las palabras. Pero sí reconoció que ha sido un gran avance: "ahora los autobuseros nos abren las puertas", señaló. Esta pequeña iniciativa supone un granito de arena en cuanto a la accesibilidad: "tenemos que conseguir una ciudad accesible a todos", dijo el edil.