El Plan de Excelencia Turística tiene un primer objetivo muy claro para esta década: conseguir un turismo cultural, de calidad, y lograr que permanezca más tiempo en Cáceres (los visitantes pernoctan como máximo dos noches consecutivas y gastan 300 euros per cápita). Para ello se hace necesario crear alicientes, nuevos recursos que vendan el patrimonio de una forma más atractiva. En esta línea, el plan ha diseñado el primer itinerario turístico de Cáceres, la Ruta Religiosa, un ambicioso proyecto que prevé ponerse en marcha durante el 2003.

La iniciativa camina en la misma dirección que la apertura de la torre de Bujaco y de un tramo de la muralla, que ya suman 28.000 visitas desde agosto. Es decir, pretende convertir el turismo de paso en noches de hotel y beneficios para la ciudad. El plan también estudia la posibilidad de abrir al público diez torres del casco histórico y nuevas zonas de la muralla, además de diseñar una segunda ruta por las numerosas ermitas del centro y los alrededores de Cáceres.

EN MANOS DE LOS GUIAS

El proyecto más avanzado es la Ruta Religiosa. Ya existen acuerdos con la Comisión de Patrimonio Diocesano para hacer efectivo un convenio que permita la apertura de templos y conventos, un total de trece. El recorrido se hará a pie con una duración de dos horas. "La ruta se entregará a los guías una vez concretada", explica Angel Arroyo, edil de Turismo.

¿Por qué las iglesias? "Estamos en una ciudad Patrimonio de la Humanidad jalonada de templos, conventos, casas nobles y palacios. El legado religioso es excelente, lo impregna todo, idóneo para una ruta histórica-artística de gran valor", explica Arroyo. Antes habrá que cerrar los acuerdos con la Comisión de Patrimonio Diocesano para que los recintos puedan abrirse a ciertas horas sin interrumpir el culto. Además, según el concejal, deben establecerse contrapartidas por los gastos y el deterioro de los edificios.

La ruta partirá de San Blas, donde el ayuntamiento proyecta un centro de recepción de turistas y una parada de autobuses. Los visitantes caminarán hasta la iglesia de Santiago, muy antigua, levantada sobre un solar de la Orden de los Fratres, y se internarán poco a poco en la historia cacereña de la mano de su herencia religiosa y artística, hasta su conclusión en el Espíritu Santo.