Un vecino de Plasencia, Luis F. G. V., de 37 años y natural de Montehermoso, ha sido condenado a dos años de prisión por el mordisco que le propinó en la oreja a un joven de nacionalidad marroquí. Este, a consecuencia de la agresión, perdió parte del lóbulo izquierdo, por lo que la sentencia de la Audiencia Provincial también condena al agresor a indemnizar a su víctima con 6.900 euros (900 por los días de hospitalización y curación y 6.000 por las secuelas).

Luis F. G. V. ha sido condenado por un delito de lesiones, por lo que podría haberse enfrentado a una pena de entre tres y seis años de prisión, pena que se ha reducido a dos años al aplicarle el tribunal la eximente incompleta de enajenación mental.

Además de estas penas, el fallo de la Audiencia recoge también dos medidas de seguridad. Por una parte, el procesado tendrá que someterse a tratamiento ambulatorio en un centro médico durante cinco años y, por otra, no podrá conducir vehículos a motor ni ciclomotores por un periodo de tres años.

POR SEGURIDAD Las medidas de seguridad, se aclara en el fallo judicial, "se imponen porque de las circunstancias personales de este sujeto puede deducirse un pronóstico de comportamiento futuro que revela la posibilidad de comisión de nuevos delitos y, por tanto, cierta peligrosidad social". Y, además, "existe un riesgo para la conducción bajo los efectos de la medicación que pueda suministrársele durante el tratamiento de rehabilitación de su dependencia del alcohol".

Sobre los hechos por los que Luis F. ha sido juzgado y condenado, se relata que todo se inició sobre las 8.25 horas del 7 de diciembre del 2002 en un bar de Plasencia, donde el procesado se encontraba consumiendo bebidas alcohólicas y, por causas que se desconocen, comenzó a discutir con el ciudadano marroquí al que posteriormente agredió.

La sentencia recoge que uno de los camareros "les invitó" a salir del bar. "Una vez en la calle empezaron a pegarse y el acusado llegó a morder la oreja de M. K., al que ocasionó amputación parcial del pabellón auricular". Para la curación de estas heridas requirió 16 días, siete de ellos de ingreso hospitalario, "y le han quedado secuelas consistentes en la pérdida anatómica del borde externo del pabellón auricular izquierdo "que produce un ligero defecto estético".

El fiscal solicitó para el acusado las penas que finalmente le han sido impuesta; la defensa, por su parte, pidió la libre absolución por considerar que no existieron hechos delictivos y, por tanto, tampoco delito.