El exsocio y exadministrador de una empresa de vehículos industriales de las Capellanías, L. D. P., ha sido condenado por la Audiencia Provincial a dos años de prisión por un delito continuado de apropiación indebida y delito societario, según una sentencia hecha pública ayer. Además, tendrá que pagar una indemnización a sus exsocios de 17.152 euros y una multa de otros 2.400 euros aproximadamente.

El procesado, que como socio-trabajador de la empresa se encargaba de la sección de recambios además de la administración y contabilidad, aprovechó esas circunstancias para quedarse a lo largo del tiempo con varias cantidades de dinero.

Entre las irregularidades que cometió y por las que ha sido condenado, consta que tenía a su disposición ocho teléfonos móviles, de los que cuatro utilizaba para uso particular y cuya facturación no se pudo saber. Asimismo, utilizó una tarjeta de la empresa para repostar gasolina en su coche particular, con la que llegó a cargar a las arcas de la sociedad 2.241 euros desde el 31 de agosto de 1999 al 30 de abril del 2002.

Igualmente, se quedó con el importe de piezas de recambios que vendió. La empresa comercializaba y tenía en depósito estas piezas que le suministraban otras empresas de recambios, a las que se les iba facturando según se iban vendiendo. Sin embargo, llegó a quedarse con unos 14.800 euros de la venta de estos artículos.

Tras detectar estos desfases económicos, el resto de socios decidió despedirle, un despido que el procesado recurrió aunque fue confirmado como procedente por la jurisdicción laboral. Los socios le reclamaban 55.142 euros, por órdenes de trabajo supuestamente facturadas pero de las que no se ingresó el dinero. Sin embargo, estas no se han podido demostrar que fueran cobradas por el procesado, de ahí que la indemnización sea menor de la solicitada.