"Autor de un delito de lesiones de mayor gravedad". Así declara el juez titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Cáceres a Juan R. B., un obrero que a la salida del trabajo agredió a un compañero causándole lesiones por las que estuvo incapacitado durante 76 días.

Y como autor de dicho delito, le impone una condena de 2 años y tres meses de prisión, lo que le supondría, al ser la pena superior a dos años, y de ser ratificada la misma por la Audiencia --contra la sentencia del Juzgado de lo Penal cabe recurso de apelación--, tener que ingresar en la cárcel para el cumplimiento de la condena.

Todo ocurrió, recoge la sentencia como hechos probados, hace poco más de dos años, en septiembre del 2008. Ambos, agresor y víctima, empleados entonces de la misma empresa, una sociedad cooperativa de encofrados, habían estado trabajando en la misma obra, la del nuevo hospital de Cáceres, el día de los hechos, el 4 de septiembre. Tras concluir la jornada laboral, "y como lamentable colofón a la conflictiva relación existente entre el acusado y su compañero F. P., que ya les había llevado a tener en esa misma jornada algún que otro desencuentro verbal", ambos coincidieron de regreso a casa en una de las rotondas de la avenida de la Universidad.

En ese momento, añade la sentencia como probado, el acusado, Juan R. B., que viajaba "en compañía de otros colegas de la propia cuadrilla" se bajó del vehículo y se dirigió hacia la bicicleta en la que viajaba F. P. "con la intención de menoscabarle en su integridad corporal". Juan R. "se abalanzó sobre él golpeándole repetida e indiscriminadamente en diversas zonas de su cuerpo con un objeto contundente que portaba", circunstancia ante la que F. P. "no tuvo por menos que ceder terreno hasta acabar precipitándose, tras tropezar con una arqueta, a una zanja que había en la cuneta".

A consecuencia de la agresión, F. P. sufrió numerosos traumatismos en diferentes partes del cuerpo, requiriéndose para su sanidad un total de 76 días, "en los que permaneció incapacitado para el desempeño de sus ocupaciones habituales".

Por estos hechos, el Ministerio Fiscal acusó a Juan R. B. de un delito de lesiones por el que solicitó tres años de prisión y una indemnización para su víctima de 4.500 euros. Tras el juicio, y en base a las pruebas documentales y testificales, el juez titular del Juzgado de lo Penal 1 le declara autor de un delito de lesiones "de mayor gravedad" y le impone una condena de 2 años y tres meses de prisión. En cuanto a la responsabilidad civil, se declara extinta, al haber renunciado su víctima a cualquier indemnización.