Chorizos de Navaconcejo, jamones de Tornavacas, quesos de La Serena, bolillos de Acebo, cerámica de Arroyo de la Luz, orfebrería de Ceclavín... La feria inauguró ayer una de sus ofertas más sabrosas, lo mejor de la tierra expuesto en medio centenar de estands que huelen a gloria y exhiben la artesanía extremeña. El alcalde José María Saponi abrió la muestra muy emocionado, no tanto por el lomo ibérico como por el baño de multitudes que le dispensaron sus votantes en su primer acto público tras las elecciones. Entre abrazos, besos y aplausos, el semblante se le puso rojo y la voz algo temblona .

Fue un buen trago, especialmente por las degustaciones de los estands. El alcalde comió embutidos, alguna rosca (del Casar) y hasta le pusieron unas buenas banderillas en el expositor de Aceitunas Peñaoliva. Concejales de PP y PSOE engrosaron la comitiva inaugural alegres y dicharacheros. También se apuntaron algunos curiosos que se dedicaron a atacar las bandejas tras el cortejo político.

VINO DE MIEL Y CIRIPOLEN

Así transcurrió la apertura en Cánovas de la XIX Muestra Agroalimentaria de Productos Extremeños y de la XXI Muestra Regional de Artesanía, dos convocatorias ya consolidadas en las que muchos expositores repiten cada año. "Esperamos que nos vaya bien. A ver si hay suerte", comentaba Juan Alvarez, de La Montijana, orgulloso de su vino de miel único en Extremadura. A su lado estaba el puesto de Ciripolen, pero algún contratiempo impidió ayer la presencia de don Cirilo, el inventor.

Más abajo, los dulces típicos de Garrovillas (chicas y cagajones ). Muy cerca, bodegas de Almendralejo y Miajadas. Más arriba, la plata de Cortijo, los muebles de Belchite y numerosos talleres misioneros y centros asistenciales dispuestos a hacer de la feria una fiesta solidaria. "Vendemos trabajos de confección a mano para respaldar proyectos en Ecuador, Angola, Nicaragua y Méjico", explicó Severiano Rosado, párroco de San José. A su lado, ACISJF, con artículos a beneficio del centro de mujeres inmigrantes.