Iban a las obras para ofrecerse como guardas. Al ser rechazados, volvían cuando no había nadie trabajando para causar destrozos o robar material. Días después repetían su oferta para ser contratados. Así actuaban presuntamente los dos cacereños de 34 y 29 años, cuñados, que han sido detenidos por la Policía Nacional como presuntos autores de robos y coacciones a empresas de la construcción en la ciudad. Los dos arrestados están ya en libertad provisional tras declarar ante el juez, según confirmaron fuentes policiales y judiciales.

Estas detenciones suponen los primeros resultados de la investigación que abrió la comisaría de policía tras recibir media docena de denuncias de empresarios de la construcción por las supuestas extorsiones de las que vienen siendo objeto por un grupo de personas para proteger sus obras en diferentes polígonos de la ciudad, tal y como adelantó este diario el pasado 3 de octubre. La investigación sigue abierta, según el jefe de la brigada que la ha llevado a cabo, y no se descartan nuevas detenciones.

CONFESION Los arrestos se produjeron el pasado 24 y 31 de octubre. Ninguno de los detenidos, cuyas identidades responden a las iniciales J. M. F. --detenido el día 31-- y G. N. G. --el día 24--, tienen antecedentes penales, por lo que fueron puestos en libertad. La policía tiene pruebas contra ambos por dos delitos de daños y robos con fuerza cometidos en las construcciones de Caesa en Montesol (Mejostilla).

Uno de los implicados reconoció ante la policía que habían acudido a una de las obras de Montesol para ofrecerse como guardas, según informaron fuentes de la investigación. El procedimiento era ese: realizaban pequeños robos o destrozos de material para presionar a los empresarios, causarles "inquietud o temor", y les contratasen como vigilantes. Antes, ya se habían presentado a los encargados de las obras para ofrecer sus servicios y les habían rechazado.

NO HAY GRUPO ORGANIZADO La policía descarta que los dos detenidos formen parte de un grupo organizado y de corte mafioso dedicado a la extorsión de constructores, aunque se cree que pueda haber otros individuos que utilizan el mismo método delictivo para lucrarse. Por ahora tampoco se les ha podido imputar a los arrestados los robos y estropicios ocasionados en obras de otros polígonos.

Los empresarios han atribuido a estos extorsionadores la autoría de los graves destrozos provocados en las obras de Vistahermosa el 2 de octubre. Los daños, cuantificados en unos 22.000 euros, obligaron a paralizar los trabajos un día, ya que afectaron a maquinaria clave. También otros hechos similares ocurridos a primeros de septiembre en obras de Miraflores.

El delito de extorsión y coacciones no será fácil de probar en cualquier caso, ya que los constructores afectados temen testificar "porque han amenazado a nuestras familias", reconoció un empresario que prefiere mantenerse en el anonimato. Uno de los jueces que ha intervenido en el caso dudó, en declaraciones a este diario, que pueda imputárseles a los dos detenidos la extorsión. Sin embargo, los responsables policiales aseguran que no hay "ninguna duda de que la finalidad de los robos y los daños era la extorsión".