Extremadura, hoy por hoy, es una región que puede valorar con datos en la mano, qué modelo de gobierno le conviene, y a quién quiere al frente del mismo. Tiene dos modelos.

El bipartidismo en nuestra tierra, es una realidad, pero una realidad con diferencias muy evidentes, es decir el PSOE lleva gobernando Extremadura 29 años, y el PP lo ha hecho cuatro.

Extremadura sigue siendo región objetivo 1 de la Unión Europea. Ante el horizonte 2020, donde los fondos europeos, tan necesarios para nuestra tierra tocan a su fin, Monago en sus cuatro años de gobierno, tenía claro que Extremadura debería emanciparse, y por eso diseñó una estrategia, la llamada 20/20 para preparar a nuestra tierra durante este tiempo para que llegado el momento, Extremadura confluya y consolide un cambio de modelo. Vara sin embargo, nada diseñó en su primer gobierno, y nada se le escucha en el actual, sin embargo el año 2020 llegará y si nadie lo remedia, nos cogerá como casi siempre ha pasado, fuera de juego y con los deberes por hacer.

En los cuatro años del PP, las palabras innovación, emprendimiento, autoempleo, externalización comenzaron a formar parte de nuestro día a día. Sin embargo ahora, estas palabras han desaparecido del vocabulario del actual ejecutivo. Ni Vara, ni sus consejeros emplean estos términos nunca. Para el PSOE, seguir con su estrategia totalista de aletargar a la sociedad, de subsidiarla, subvencionarla y hacerla dependiente total de la administración, obligándonos a ser felices solo porque ellos gobiernan, es sin lugar a dudas, lo que consideran que deben hacer para mantenerse en el gobierno al menos otros 28 años más.

Sin embargo, ahora Extremadura es distinta al año otra. Ahora, podemos comparar dos modelos de gestión. Hoy los jóvenes tienen la posibilidad de mirar a su futuro, y saber qué camino les conviene, y a qué carro se quieren subir.

DOS TALANTES Monago y Vara también son distintos. Hace años, Guillermo Fernández Vara, gozaba de una imagen de persona cercana, comprometida con su tierra y su gente. Pero su paso por la oposición ha influenciado en su personalidad, lo ha alejado de la sociedad y desde el rencor, quiso hacer daño a un ejecutivo presidido por sus oponentes del Partido Popular, sin tener en cuenta que ese daño, se lo hacía a los extremeños en su conjunto. Nunca aceptó el resultado electoral de 2011, y a los cuatro presupuestos del PP les dijo NO, incluso planteó una moción de censura, en un momento trascendental para los intereses de Extremadura.

Y llegado Mayo 2015, con muy poca diferencia, vuelve el PSOE al Gobierno, y Monago lejos de revanchismos políticos, antepone los intereses de Extremadura a los suyos propios y a los del Partido Popular, dejando que gobierne la lista más votada como así lo había anunciado en campaña, absteniéndose en los primeros presupuestos en minoría del PSOE y dejando gobernar al que hasta entonces a él, le negó el pan y la sal. Y ahora de cara el 2017, José Antonio Monago vuelve a decir a Vara «no estamos aquí para ajustar cuentas del pasado», «lo importante es Extremadura».

Dos modelos, dos talantes, uno frente a otro, como todo en esta vida, con sus luces y sus sombras, con aciertos y errores, pero sin lugar a dudas dos modelos y dos talantes cuyas expectativas para nuestra tierra tendrán resultados muy distintos, a medio y largo plazo, y que a día de hoy ya nos dan pistas muy claras de qué es lo que tiene que pasar en Extremadura, si queremos seguir construyendo nuestro futuro.